Leyendo
viejas y amarillentas hojas, abro los ojos del pasado, donde no hay tiempo ni
origen de todo en cuanto a la historia de Colombia que nos han contado. La historia de Colombia que los historiadores oficiales han
escrito, como un ladrillo, pesado y difícil de entender. Por eso, me atengo al investigador,
que buscó una propuesta nueva para narrar de donde provienen las grandes
familias de este país.
De ese río genético y
turbulento, son varios los presidentes de Colombia que remontan linaje de Sebastián
Moyano, el conquistador español que troco su apelativo por el más sonoro de
Belalcázar, nombre del pueblo del cual nació, “hijo de humildes labradores”,
por el año de 1840. Compañero de Pizarro en el hallazgo y sojuzgamiento del
imperio de los incas; sojuzgador también del reino de Quito y, cofundador con
Quesada de Santa Fe de Bogotá. Belalcázar es uno de los hazañosos de la
conquista de América. A quien, “Estrecho parecíale el mundo a sus ímpetus y
fortaleza”, y solo apeó del caballo para descanso en el sepulcro”, dijo de él
descendiente suyo muy conspicuo, el Maestro Guillermo Valencia. Porque
tataradeudo de Valencia, como también de próceres y gobernantes colombianos,
Belalcázar mestizó y no poco al embarazar nativas que le dieron hijos que en decurso
de las generaciones han prolongado estirpe en “renuevos ilustres de su sangre
fecunda”
El
historiador-genealogista ecuatoriano Dr. Fernando Jurado Novoa, en siete
volúmenes, bajo el título general de los descendientes de Belalcázar en la
formación social ecuatoriana, ha recogido una ya larga secuencia de
generaciones con punto de partida de don Sebastián de Belalcázar. Y aunque la
obra del Dr. Jurado Novoa, comprende fundamentalmente al Ecuador, también allí
se muestra descendencia del señor Adelantado en ciudades colombianas como,
Cali, Popayán y Pasto por el fundadas y en las cuales tuvo pausas de
permanencias en su andariego quehacer, así como en Antioquia, donde renuevos
suyos vinieron a establecer, proyectando estirpe en otros apellidos que fueron
dejando atrás el hontanar de Belalcázar, en Antioquia, no por escondido ya en
una larga y ordenada secuencia de apelativos diferentes que lo fueron
desplazando, deja de tener su validez ancestral en un desmenuzamiento
genealógico.
Varios fueron los hijos
mestizos de Belalcázar y de tres de ellos: Francisco, Sebastián y Catalina- hay
constancias de legitimación concedida por su majestades don Carlos y doña Juana
( año de 1540 los dos primeros y de 1541 la tercera) En favor del Adelantado
conviene decir que aunque sus trece hijos sabidos al parecer, fueron de
distintas madres, como nacidos en diferentes lugares sin que nativa alguna
aparezca como compañera asidua del conquistador andariego, no por ello sus
hijos fueron abandonados por él, algunos de los cuales, Francisco
especialmente, lo acompañaron en sus andanzas, habiendo sido varios de ellos
reconocidos testamentariamente por su padre. El Dr. Diego Garcés Giraldo, dicen
en su libro: “Sebastián de Belalcázar- Fundador de ciudades”: “Belalcázar no
fue una excepción en cuanto a la conducta con las indígenas. En realidad, casi
todos los conquistadores se unieron a mujeres indígenas, ya raptadas u
obtenidas por donativo, derecho de guerra, compra o trata. Pero en Belalcázar
apreciamos unos sentimientos poco comunes entre conquistadores, por lo menos
con respecto a sus hijos. Fue un padre responsable que les tuvo hondo afecto y
se preocupó siempre por su bienestar”.
De Francisco, al parecer
el hijo preferido (nacido en Natá, Panamá en 1519) y de María Magdalena, otra
de las hijas del Adelantado (nacida en León, Nicaragua hacia 1528) descienden
varios presidentes de Colombia.
En el libro “Belalcázar
cofundador de Santa fe de Bogotá”, su autor el Dr. Emiliano Diaz del Castillo,
en buena síntesis genealógica muestra los presidentes colombianos que
descienden de Sebastián de Belalcázar, o Sebastián de Benalcázar o Sebastián Moyano,
Así
mismo, en documento fechado el 20 de julio de 1910, denominado “El conquistador
Sebastián de Belalcázar como décimo ascendiente de próceres de la
emancipación”, la genealogista payanesa Margarita Díez Colunge de Arroyo
muestra que siete payaneses y un caleño fueron nietos octavos de Sebastián de
Belalcázar y nietos quintos del matrimonio conformado por Iñigo de Velasco
Belalcázar y Beatriz Noguera y Aragón. En esa larga lista, también figuran:
Antonio de Ulloa, Juan Francisco Ximénez de Ulloa y Camacho e Ignacia
Larrahondo y V, el general José María Quijano, Francisco José de Caldas, hijo
del español Joseph Soto Caldas y de la payanesa Vicenta Tenorio y Arboleda.
Civilidad: Desencadenar la
adversidad de la historia nos ayuda con la continuidad de nuestra identidad.
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