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domingo, 29 de mayo de 2022

En los zapatos del alcalde

 

Me pongo en el lugar del alcalde para ser consciente de mis sentimientos y de las emociones de los demás. Me sintonizo con el alcalde y salgo de mi apagón emocional, de manera tal, que me permita conectarme con los demás.

No le sonó la flauta al alcalde, por la gran inconformidad que ocasionó entre los contribuyentes del impuesto predial en Popayán, ante la demora de entregar los recibos a pocas horas de las elecciones para el congreso de la república. Y hoy, a escasas horas de la primera ronda eleccionaria entre precandidatos a la presidencia de Colombia, se amarga la golosina sin desenrollar aún.

Cayó el alcalde en poder de las lenguas viperinas. Dio motivo para que se hable mal de él con libertad, por cumplir con sus funciones de ley, porque cada cinco años debe actualizarse el denominado catastro multipropósito. Muchos propietarios quedaron fríos, - no todos- ante el aumento en el impuesto predial. Algunos oyeron cantar al gallo, pero no saben dónde, porque el incremento del avalúo no es igual al incremento del predial. El uno depende de procesos catastrales o del reajuste anual que hace el Gobierno Nacional con base en el IPC o índice de precios y el predial, es el resultado de la aplicación de tarifas a la base gravable.

Gastan frases, hablan mucho, con o sin rodeos sin entender que, para cumplir esa ley, debió firmarse un convenio inter- institucional entre el alcalde, Juan Carlos López Castrillón y el Instituto Geográfico «Agustín Codazzi» para la actualización catastral. Atizan el fuego, avivan la contienda, fomentan la discordia, sin saber que el IGAC, tiene 80 años de existencia, pero también, bastante irresponsabilidad porque dicho proceso varía, con la metodología conocida como, el barrido predial. Lo ideal, lo aconsejable, es hacerlo visitando todos los predios. Según parece lo hicieron aleatoriamente, teniendo en cuenta, únicamente aquellos sectores, que han tenido considerable variación inmobiliaria (atípicos). De allí, los resultados funestos para los propietarios de los inmuebles.

Pero, en menos que canta un gallo, en muy poco tiempo, en un instante, oímos  cantar al “Pollo” revelando la equivocación, viéndose obligado a suspender temporalmente el tema bastante polémico del impuesto predial que “recae sobre la propiedad inmueble y se genera por la existencia del predio. Su base gravable depende del avalúo catastral”.

Baste decir que, todo este jaleo, son gajes del oficio, inherentes al desempeño de la ocupación de un alcalde, vivir durante cuatro años, remando galeras para llevar una vida azarosa. Sin embargo, debe quedar claro, que, en la aprobación de ese polémico acuerdo, el alcalde López Castrillón, no estuvo solo. Fue una empanada mental, -confusión en la mente- con el concurso del Concejo Municipal, gabinete, supervisores y asesores que calentó a las clases más golpeadas en la actual situación económica, al subir y superar los topes para la liquidación del impuesto predial que pagan las personas de estratos más bajos de Popayán.

Los hechos, nos dan la razón. Oyen cantar a media noche y a deshoras, porque el “pollo” ya mudó sus plumas, él es un gallo fino y con espuelas bien puestas. Aunque canta íngrimo, en la soledad que genera en torno suyo ese escenario. La soledad del poder es la forma en que el pueblo le dice al gobernante lo que no pueden hacer. Y, como tal, deberá tomar la decisión de dejar de cobrar y reliquidar todos los recibos de los estratos, a los que se les aumentó exageradamente el impuesto predial, ya que estas nuevas revisiones vienen acompañadas de actualizaciones en los avalúos que se traducen en aumentos en el impuesto predial.

En ese sentido, con seguridad, entregará gustoso, puntos de su popularidad.  Su capital político, el desgaste y la soledad a cambio de mejorar el modelo de recaudo general de impuestos cantando con Rolando Laserie, aquella estrofa del bolero que dice: “Hola soledad, no me extraña tu presencia, casi siempre estás conmigo, te saluda un viejo amigo, que te encuentres uno más”.

 

Desde luego, en la bien amada Popayán, no es extraño, las costumbres y las posturas no cambian: ultrajar y dar escobazos al alcalde, en lugar de ayudar a sacar el pie del lodo, en los apuros económicos y financieros, y así queremos que la ciudad progrese.

Civilidad: La actualización catastral en Popayán es tan necesaria como impopular.

 

sábado, 21 de mayo de 2022

La ciudad del olvido (2a parte)

 



Quien no ha sacudido alguna vez la cabeza, cuando siente que un dato se le ha borrado de la memoria o, la certeza de saber algo, pero no ser capaz de recordarlo. De allí que, el futuro de Popayán no depende solo de nuestros recuerdos presentes, sino también de todo lo que ya no sabemos. 

La bien amada Popayán, como región histórica, fue una gran entidad, mantenida como tal, más por el poder político-social de su élite, que por su posible homogeneidad regional. No hay que olvidar que Popayán fue tierra de ilustres hombres; que colocó una extensa lista de presidentes de Colombia, como:   Camilo Torres Tenorio, Francisco José de Caldas, Manuel José Castrillón, Francisco Antonio Ulloa, Froilán Largacha, Tomás Cipriano de Mosquera, José Hilario López, José María Obando, Julio Arboleda Pombo, Andrés Cerón Serrano, Julio Trujillo Largacha, Diego Euclides de Angulo Lemos y, Guillermo León Valencia, cuya obra principal fue la pacificación de Colombia.  La historia agrega a la extensa lista de expresidentes a dos ilustres personajes: Víctor Mosquera Chaux y Carlos Lemos Simmonds, quienes hicieron tránsito por la presidencia de Colombia, solo por unos pocos días, generando duras críticas por la pensión vitalicia a que se hicieron merecedores durante ese efímero encargo. Hechas, estas anotaciones no quiero aguardar más tiempo para poner mi pensamiento cuando salga a la luz la verdadera historia digna de entallarse en bronce, esculpirse en mármol, y pintar en largo lienzo, todo el efecto de tardanza de interpretar, su revisado pasado.

En este capítulo, medito sobre la leyenda, que desde hace muchos años circula, diciendo que los restos de Don Alfonso Quijano “El Quijote”, están enterrados aquí. Por tratarse de un simbolismo muy enaltecedor para la ciudad de Popayán, relato una explicación muy bien argumentada sobre los orígenes de dicha ficción.

En septiembre de 1598, llegó a Popayán, Don Jerónimo de la Rivera y Pimentel, noble y arruinado castellano, con el nombramiento que le había hecho el rey español Felipe II, como Inspector de los Quintos Reales, recolector de rifas, además de otras funciones.  Venía desilusionado de la vida, no tenía hijos ni parientes y acababa de perder a su esposa. Se vino de España sin dejar nada atrás, a excepción de un amigo en Alcalá de Henares, quien tenía buen nombre, Miguel de Cervantes Saavedra y, por apodo “El manco”, con quien lo unían lazos de la más estrecha amistad y cariño. Escasos fueron los días de Jerónimo en América, pues a poco de haber tomado posesión de su cargo, ante Don Francisco de Berrío, quien era Gobernador del Cauca, fue atacado por las niguas de manera intempestiva, implacable y desconcertante. Se le hincharon tanto los pies, -la parte más vulnerable para el “Sarcopsilla Penetrans”- (nombre científico de la nigua) que lo tiraron a la cama presa de los más atroces dolores y calenturas.  Aterrorizado por ese flagelo, resolvió regresar a España, abandonando a Popayán, en los primeros días de noviembre del mismo año. Cuentan que, al llegar a la casa de Cervantes la dejó plagada de niguas cuyas toxinas, como es natural, habían adquirido un alto grado de virulencia. Y que contagiado Cervantes del insoportable prurito en los pies y en la región glútea, también, lo tumbaron a la cama por las más fuertes fiebres que hombre alguno haya soportado en la vida, produciéndole absurdos delirios de todo linaje. Y que, impedido por estos, se sentaba a escribir durante sus prolongadas vigilias, las extravagantes historias en el estilo más grandioso de que hayan visto los pasados, vean los presentes y esperen ver los venideros siglos, como el solía decir. Todo por obra y gracia de las niguas de Popayán. Relata el profesor Crouchet, que hicieron su recorrido y su trabajo en el organismo delirante de Cervantes, cuyo resultado fue nada más ni nada menos, que la grandiosa obra: “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”.

Civilidad: Como el olvido tiene mala fama, es provechoso recordar.



 

 

 

domingo, 15 de mayo de 2022

La ciudad del olvido

 


Sepan que olvidar lo malo, también es tener memoria. En la ciudad del olvido, sigo estando contigo mi venerada Popayán. Los años han pasado y mi camino es cada vez más estrecho, Por eso debo relatar, aunque sea una verdad amarga.

 La “Villa de Ampudia”, en los dominios del Cacique Pubén, en honor a la verdad, fue fundada el día 30 de noviembre de 1535 por el teniente Juan de Ampudia, quien pisó por primera vez estas tierras, siendo su primer alcalde. Aquí se levantó la iglesia mayor denominada “Nuestra señora del reposo” como protectora de la recién fundada ciudad.

Se equivocan entonces, quienes narran e interpretan la historia mal contada, porque el primer genocida fue Ampudia y no Sebastián de Belalcázar cuyo apellido original era en realidad Moyano ý Cabrera, quien había nacido en el año1480 en la localidad de Benalcázar valle de los Pedroches, perteneciente a la provincia española de Córdoba, por ende, a la Corona Castilla. De su población natal Benalcázar, tomó su apellido con “N”. Llegó a estas tierras embarcado en el tercer viaje de Cristóbal Colón, huyendo por haber matado de un garrotazo un mulo en el año 1507. Pero, no solo huyó de España hacia las Indias Occidentales por temor al consiguiente castigo, sino para poder escapar, además, de la pobreza en que vivía.

Fue reconocido por el rey de España Carlos I por sus  proezas emayo de 1540,  nombrándolo adelantado de España, otorgándole el cargo de gobernador vitalicio de la muy noble y leal ciudad de Popayán y de un amplio territorio ubicado entre Ecuador y Colombia. Habría sido una descortesía con la naturaleza, dejarle el nombre inicial de “Villa de Ampudia”, pues la palabra “Pampayan”, en lengua quechua, significa pampa (sitio, paso), y yan (Río) o sea “Paso del Río”, pues por allí pasa el río Cauca.

El teniente Juan de Ampudia continuó su marcha, siguiendo por la margen izquierda del rio Cauca, hacia el norte para fundar un año después, el 25 de julio de 1536 a la ciudad Santiago de Cali, repitiendo el nombre de “Villa de Ampudia”.

Recordemos que Juan de Ampudia fue uno de los conquistadores más feroces y audaces de que hablan las crónicas de la época. Juan de Ampudia había sido conquistador de Nicaragua y más tarde llegó al reino de Quito con la expedición de Alvarado, quedándose junto a Belalcázar, quien le nombró su teniente general.

 

Ampudia distinguiéndose en toda ocasión por su crueldad con los indígenas, había sido enviado por el capitán Sebastián de Belalcázar desde Quito para precederlo en el descubrimiento, conquista y para poblar este país a mediados de 1535. Lo nombró por ser persona de calidad, méritos y servicios. En tal propósito partió desde la ciudad de Quito descubriendo todas las tierras que hay hasta esta ciudad. Fue dos años después, en 1537 que Belalcázar trasladó a esta Villa al sitio escogido por él y, que fue precisamente en el abandonado pueblo de Pubén de los aborígenes, dándose así la oficialización en forma personal de la fundación el 13 de enero de 1537 de la ciudad de Popayán, poniéndola bajo la protección de Nuestra Señora del Reposo o del Tránsito.

Tras haber acompañado a Belalcázar al Nuevo Reino, regresó a Popayán, en donde se ocupó durante algunos años de las contiendas con los antropófagos Paeces y Yalcones. Siendo gobernador de Popayán, y en ausencia de Belalcázar, fue asesinado en una batalla a manos de los Yalcones, en el año 1541.

Pero, la historia oficial dice que el fundador de esta ciudad es Sebastián de Belalcázar, cuya primera etapa él, la había ordenado, al darle a su teniente Ampudia, instrucciones terminantes de ocupar estas tierras de un modo permanente. Aquí cabe resaltar que Ampudia era tenido en esta ciudad y en toda la Gobernación como el primero y principal de sus fundadores después de Belalcázar, bajo cuyas órdenes obró.

Civilidad: El pasado es una construcción y una reinterpretación constante.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 7 de mayo de 2022

Todo lo que soy, gracias a mi madre

 


El segundo domingo de mayo celebramos el “Día de la Madre”; pero, mi escrito de hoy, es un homenaje a las madres que ya no están a nuestro lado. Por ello, escribo estos renglones en nombre de los huérfanos del mundo.

Madre, no estás físicamente, pero emocional y sentimentalmente sí, porque vives en mi mente. Te llevo a todas horas y, en mis recuerdos, siempre estás presente. Seguirás siendo mi amor más verdadero. Desde hace cuatro décadas te echo de menos. Cada día que pasa extraño más tu presencia. Me hacen falta los te quiero, tus besos, tus abrazos, tus consejos, tus consuelos, y tus enseñanzas. Entre más corre el tiempo, más siento el vacío que dejaste desde el día que te marchaste. Vacío que nunca podrá ser llenado de nuevo, porque el amor de madre es irremplazable. El consuelo que me queda, es que sé, que desde el cielo me irradias energía. Cuando converso contigo siento que cambia mi existir; me envuelve tu cariño, veo tu apoyo y protección. 

A lo largo de mi existencia he comprobado cómo las amistades más duraderas se rompen. Por eso, en estos tiempos modernos, me lleno de valor para enfrentar esta vida que nos ha tocado vivir, vida en que tú ya no estás. Los caminos de la vida, ahora son más dificil andarlos. Los días se deshacen entre la maña y la incomprensión. Ahora el ritmo de vida me parece tan diferente al que cuando estabas tú. Hay momentos en los que veo todo tan negro con acontecimientos tan incomprensibles. Actos aberrantes e inhumanos, como el filicidio, en que un padre o una madre acaba con la existencia de su propio hijo ¡Qué tiempos estos! con sucesos que turban la paz de la familia por causa abierta, con el enemigo en casa, -parricidas- que esconden sus “ásperas” intenciones. Algo está pasando y no es nada bueno.

Pongo mi mejor cara y me armo de valor para enfrentarme a esta vida, gritando a los cuatro vientos: la madre es la mujer más importante de todas, pues ella es quien nos dio la vida. Esencialmente, existe esa persona que siempre va a estar a nuestro lado, que nos ha acompañado durante toda la vida y nos seguirá acompañando más allá de la vida; persona que nos profesa amor de verdad y para siempre y que, además, nos envuelve en cariño, apoyo y protección. Esa persona es una buena madre.

No podía faltar entre mis escritos dominicales, estas letras de amor ehomenaje a todas las madres. Una demostración de amor a ese inmenso esfuerzo por criarnos y darnos buena calidad de vida. A su apoyo incondicional y al cariño que nos regalan desde que vemos la luz por primera vez en este paraíso terrenal.  

Ahora comprendo que no fue fácil criarme y enseñarme el buen camino, porque allí estabas tú, siempre dispuesta a sacrificarte por mí. Gracias mamá. Te seguiré amando y admirando, pues nunca te rendiste ni te cansaste de luchar. Siempre me he sentido bendecido al haber tenido una madre tan ejemplar como tú. Ahora eres la estrella que sigues iluminando mi camino. Madre Josefina: siempre me inspiraste a ser lo que soy. Espérame con Alix en el Cielo, que allí iré donde estén.

Civilidad: Un buen hijo, será buen esposo, buen padre y no le fallará a la sociedad.