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sábado, 27 de abril de 2024

Bloqueos de la Panamericana

 


El Cauca padece de una innegable problemática con carácter de crisis social, con grave impacto económico. El “bloqueo” o “tranca” de la vía que conecta a todo el continente americano, tiene incalculables repercusiones para los protagonistas de esa lucha, para el Estado, empresarios capitalistas, transportistas, viajeros y, para los cientos de miles de personas que en la región sur-occidental se ven afectados en su economía, trabajo y vida cotidiana.

Pero, la historia de esa forma de lucha, con el bloqueo de la panamericana, no es un invento indígena. Fueron campesinos mestizos y negros movilizados en 1984 afectados por la construcción de la represa y el embalse de La Salvajina (Morales-Suárez), quienes dieron inicio a ese método de protesta. Durante la Gran Marcha de La Salvajina, ocurrió, sin querer, queriendo. Al notar que en cada sitio donde los marchantes paraban para alimentarse y a descansar, amontonándose, personas y vehículos formando trancones; allí surgió la idea, entre los campesinos, de bloquear las vías para presionar al gobierno y, obtener resultados.

Rápidamente, campesinos del Macizo Colombiano, después de la Salvajina, usaron esa “herramienta de lucha”, entre 1987 y 1988, taponando la vía entre La Vega y Almaguer y, entre Bolívar y El Bordo. Luego, en agosto de 1991 vino el Paro de Rosas, taponando por primera vez la panamericana durante dos semanas, surgiendo el Comité de Integración del Macizo Colombiano CIMA.

Los indígenas nunca utilizaban esa forma de lucha. Para ellos, “recuperar” tierras, era “invadir” con mujeres y niños, grandes haciendas, “picando” y “sembrando”, presionando al INCORA para que comprara y entregara a las comunidades indígenas y así ampliar sus resguardos.

En 1992, indígenas del Cauca inician bloqueos continuos de vías logrando más tierras que en la forma tradicional. Consiguieron que terratenientes vendieran sus tierras evitando la “invasión nativa”. Ese mismo año, el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC realiza el primer bloqueo, conmemorando 500 años de la invasión o “Descubrimiento de América”.  En 1999, más de 35.000 participantes, entre organizaciones campesinas mestizas, afros e indígenas del Cauca, bloquearon la carretera en Galíndez (Patía) y en el Cairo (Cajibío). De allí nace, el Bloque Social Alternativo, que elige al indígena Misak, Floro Alberto Tunubalá, como Gobernador del Cauca.  

Entre 1992 y 2019 campesinos, afros e indígenas, y otros sectores bloquean continuamente la panamericana en La María (Piendamó) actuando aliados con los corteros de caña de ingenios azucareros del Norte del Cauca y sur del Valle. En agosto de 2013, revienta el Paro Nacional Agrario, donde pequeños y medianos productores de café de todo el departamento, participan del bloqueo masivo. En el 2016, las comunidades afros también bloquearon la carretera entre Santander de Quilichao y Villarrica, protestando contra la gran minería.  Entre marzo y abril de 2019, la Minga por la Defensa de la Vida, el Territorio, la Democracia, la Justicia y la Paz bloquea la vía. Durante el 2023, hubo más de 30 bloqueos, según el Consejo Gremial y Empresarial del Cauca. Y en lo corrido del 2024, gremios y sectores productivos denuncian que en el Cauca se registraron trece (13) bloqueos en la vía internacional Panamericana. Por causa del derrumbe de 2023, después de 15 meses de extensa espera, ante el incumplimiento del alto gobierno, la comunidad acude a vías de hecho, bloqueando el paso vehicular en la vereda el Céfiro, Rosas ©.

En fin, los acuerdos de carretera, se volvieron rutinarios como “herramienta de lucha” de estudiantes, madres comunitarias, profesores, transportadores…, incluidos  actos terroristas.  

 Civilidad: En tiempos de calma, abordar los conflictos ante la preocupación constante por las millonarias pérdidas que ocasionan incertidumbre en los inversionistas deteniendo la economía del país.

 

 


 

sábado, 20 de abril de 2024

Patojiando

 

Escribo esperando que se hayan ido, turistas nacionales y extranjeros y, el último patojo que se quedó en Popayán empacando y guardando todos chécheres de la Semana Santa.  Estas líneas, a duras penas para los que quedamos en Popayán. Los que amando la ciudad, como buenos patojos, rajan de todo el mundo, sin sostenerle nada a nadie.  Patojos raizales que hablan todo el año de santos, en los que creen como buenos católicos, menos en el “novel de la paz”. 

Entonces, visité a mi amigo, alto, pero nada obeso, para más señas, en la juventud, gozó su cabellera rubia. Ahora con su próspero negocio en remodelación, donde a diario cambia de modelos, se acostumbra “patojear”, como lo hacían en otros tiempos en la farmacia blanca de Don. Jaime Velasco, -sin parentesco con el funcionario del alto gobierno-. Agradable oficina, con buenas y cómodas sillas, aunque sin tinto, porque rosquillas o pandebono hay que llevarlo como anzuelo para que le ofrezcan un café amargo. “Tochipa”, mi generoso amigo, se excusa, diciendo, “ni azúcar ni carbohidratos porque afectan el peso corporal”, por eso en este negocio no contribuimos con la obesidad”.  De todas maneras, ese lugar es ideal para tirar lengua y, para rajar de los demás como un derecho fundamental de las personas.

Uno a uno, van llegando, gran saludo, estrecho abrazo y empieza la función. Comerciantes organizados que pagan impuestos al erario local, departamental y nacional; todos ellos, están muy, pero muy agradecidos con los indígenas por no bloquear la vía Panamericana durante la semana Santa. Estamos felices, dijeron con verdadero entusiasmo, exclamando: “gracias señores del Cric. Gracias señores guambianos, se la echaron en esta ocasión”.

Levantó su voz, “el negro”, no por el color de su piel, sino porque así lo llamamos cariñosamente. Aseverando: “Sí señores, los indígenas merecen una condecoración y hasta una estatua del cacique Pubén con sus hijos Payán y Calambás en el Morro de Tulcán”. Aplaudieron, porque los indígenas no volvieron a bloquear la vía. Estamos agradecidísimos, pues las ventas aumentaron y las utilidades crecieron, ojalá mantuvieran esa conciencia para el progreso de Popayán.

Otro, ripostó: “No se hagan ilusiones, porque ahora no son los indígenas los que bloquean, pero se volvió común que la Panamericana sea un arma de lucha”. “Profesores taponan la vía porque se les acaba la tiza”, por la salud, por falta de docentes. Todo el que quiera tapa la vía. Arman berrinche y la Panamericana se abre y se cierra por todo.

Uno más expresó: “mejor cambiemos de tema, diciendo: ¡Y que tal los cien primeros días del alcalde …Juan Carlos Muñoz! De inmediato relataron: ¡Todos son iguales! Cambiaron solo de apellido. Por lo tanto, son semejantes, en hablar y hablar y en nada que hacer.  Alguien afirmó, “yo meto mi cucharada: “malangas el nuevo alcalde”. Cambió de apellido, pero no cambió los semáforos humanos. Hay paleteros en las glorietas y en las intercesiones viales. Se afirma, que no hay recursos, prefiriendo a los hermanos venezolanos que piden monedas. Y siguió diciendo, “guardas de tránsito, tampoco”. “Le quedó grande el cargo ¡Estamos jodidos!”

Un amoroso con Popayán, en tono alto, contradijo: me entrometo porque hay que apoyar la institucionalidad, y a los mandatarios elegidos, al fin y al cabo, esa es la democracia, aunque nos maten. Y, despidiéndose expresó: “yo mejor me voy”. A lo cual, en coro, le replicaron: ¡No te vas que esto se va a poner bueno!

Civilidad: El gobierno es el sistema de personas, leyes y funcionarios que definen y controlan la ciudad en que vivimos. HDG

 

sábado, 13 de abril de 2024

Con cariño para los mayorcitos como yo

 


He recogido de internet este mensaje muy propio para mi grupo etario (personas mayores con una edad igual o superior a los 60 años) categoría que va de la mano con los conceptos de vejez y envejecimiento. Es un escrito gracioso lleno de frases cortas que sirven para alegrar el día en medio de tanto desconcierto. Lo multiplico tal cual, para tomarnos la vida con humor.

"Nacimos en los 40-50-60."

 

"Crecimos en los 50-60-70."

 

"Estudiamos en los 60-70-80."

 

"Noviamos en los 70-80-90."

 

"Nos casamos y descubrimos el mundo en los 70-80-90."

 

Nos aventuramos en los 80-90.

 

Nos estabilizamos en los 2000.

 

"Nos hicimos más sabios en los 2010.”

 

Y vamos a pie firme atravesando los 2020.

 

"Resulta que hemos vivido OCHO décadas diferentes..."

 

"DOS siglos diferentes..."

 

DOS milenios diferentes...

 

"Hemos pasado por el teléfono con operadora para llamadas de "larga distancia hasta las videollamadas a cualquier parte del mundo, pasamos desde los slides hasta el YouTube, desde los discos de vinilo hasta la música online, desde las cartas escritas a mano al correo electrónico y el WhatsApp."

 

"De gozar los partidos en la radio, pasando a la TV en blanco y negro, y luego a la TV HD."

“Fuimos al Cine Club y ahora miramos Netflix”.

 

“Conocimos las primeras compus, las tarjetas perforadas, los diskettes, los CD y, ahora tenemos gigas y megas en la mano en el celular o el IPad."

 

“Usamos pantalones cortos toda la niñez y después largos, Oxford, bermudas, etc.”

 

"Esquivamos la parálisis infantil, la meningitis, la gripe H1N1 y ahora el COVID-19."

 

“Anduvimos en patines, triciclos, carritos inventados, bicicletas, ciclomotores, autos a gasolina o diésel y ahora andamos en híbridos o 100% eléctricos.”

 

"¡Sí, pasamos por muchas cosas pero que gran vida hemos tenido!"

 

“Nos podrían calificar de “exennials”; gente que nació en aquel mundo de los cuarenta, que tuvo una niñez analógica y una edad adulta digital”.

 

"Somos una especie de Yahevistodetodo."

 

“Literalmente, nuestra generación ha vivido y presenciado mucho más que ninguna otra en cada dimensión de la vida”.

 

“Es nuestra generación la que literalmente se ha adaptado al “CAMBIO”.

 

Nos volvimos mayorcitos porque el tiempo no se detiene. Ahora la vida es una tarea que hacemos en casa.

El tiempo vuela. Cuando uno mira... ya son las seis de la tarde; cuando uno mira... ya es viernes; cuando uno mira... ya se terminó el mes, cuando uno mira... ya se terminó el año; cuando uno mira... ¡ya se pasaron 50, 60 y 70 años!

Cuando uno mira... ya no sabemos más por donde andan nuestros amigos.   Cuando uno mira... perdimos al amor de nuestra vida, el ser amado y ahora, es tarde ya para volver atrás.

Por eso, no dejes de hacer algo que te gusta por falta de tiempo. No dejes de tener alguien a tu lado, porque tus hijos pronto no serán tuyos, y tendrás que hacer algo con ese tiempo que resta, en donde lo único que vamos a extrañar será el espacio que sólo se puede disfrutar con los amigos de siempre. Ese tiempo que, lamentablemente, no vuelve jamás..."

“¡El día es hoy!”, ya no estamos en edad de posponer nada.

Ojalá tengan tiempo para leer y luego compartir este mensaje... o sino déjalo para *Después* y verás que ¡no lo compartirás nunca!

Pásalo a tus diez mejores amigos y a "mí" si estoy entre ellos y verás como no todos responden. Porque lo dejan para después

Repito, este es un mensaje cariñoso y muy verdadero tomado de Internet para compartir brindando un gran aplauso a todos los miembros de una generación muy especial, que será ÚNICA."

Civilidad: Reírse es un placer para el cuerpo y para el espíritu, que nos hace vivir más años y mejor vividos.

 

 


sábado, 6 de abril de 2024

Si a la peatonalización

 


Popayán sufre problemas comunes en su zona céntrica:  congestión, pérdida de identidad del marco histórico, inseguridad vial, entre otros. A la gente le da patatús por los costos de congestión traducidas en tiempo, dinero invertido, y claro, por la contaminación del aire. Cada vez aumenta la motorización para lo cual, las hidalgas calles nunca fueron planeadas. La ciudad ya no soporta el desequilibrio en la distribución de espacios y usuarios.  Ante tal situación, Popayán debe optar por realizar intervenciones de peatonalización permanentes o temporales, para permitir que el espacio ocupado por los vehículos sea habilitado para el paso de peatones.

 

Hay que aprender de muchas ciudades, que entendieron que la peatonalización es una herramienta de planificación urbana para ordenar el espacio, para que todos los peatones puedan hacer uso del espacio público. Es necesario enfatizar que estas acciones funcionan, si hacen parte de una política gubernamental para la ordenación de la movilidad en zonas públicas, regulando el espacio y, también, el tráfico en Popayán.  Para ello se requiere una coordinación eficiente con el resto de la infraestructura de transporte, evitando equivocar o aumentar los problemas de movilidad. Hay que peatonalizar con intervenciones integradas para mejorar los proyectos de transporte urbano, de manera que su acción se apoye en un sistema de transporte público eficiente. Recordemos que el alcalde de Popayán Juan Carlos López Castrillón, por medio del Decreto No. 2135 del 14 de mayo de 2020, decretó la adopción del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) de Pasajeros; como único sistema de transporte público terrestre para el Municipio de Popayán. Pero el proyecto ya tiene un considerable atraso de 15 años, lo que hace que las obras proyectadas, hoy no coincidan financieramente ni estén acordes con el desarrollo de la ciudad.

 

Fue en el año 2003 cuando se adelantó el estudio del Plan de Gestión de Tránsito y Transporte para el municipio de Popayán, y entre los años del 2003 al 2009, se realizaron  los  estudios  de  “Reestructuración  de  Rutas  de  Transporte  Público Colectivo Urbano”, “Plan de Movilidad de la Ciudad de Popayán: Caracterización de  la  Movilidad”,  y  “Diseño  Conceptual  del  Sistema Estratégico  de  Transporte Público de la ciudad de Popayán”, que se gestó entre la Nación y el municipio de Popayán, en la administración del médico Ramiro Antonio Navia Diaz, dentro del Programa de Ciudades Amables, con el fin de contar con un sistema de transporte eficiente, seguro, accesible y ambientalmente sostenible, para que contribuyera  al mejoramiento de la calidad de vida en la ciudad.

 

Cualquiera que sea el caso, la peatonalización no estará libre de polémicas por los efectos que tiene sobre el urbanismo y el tráfico en Popayán, ya que los modifican significativamente. Los efectos que pueden producir cambios en el uso del suelo, entre otros: usos residenciales, modificación y especialización del uso comercial que, ante la carencia de políticas generales de tráfico, pueden llevar al desplazamiento de los conflictos de transporte hacia la zona adyacente del área peatonalizada.

 

En fin, el proceso de peatonalización en Popayán, es favorable si se adelanta una correcta ejecución del plan de peatonalización contemplando debidamente, planes de tráfico, planificación urbana, de movilidad sostenible y planes de eliminaciones de barreras, estructurando las zonas peatonales y las zonas contiguas para que los trayectos motorizados se desvíen a otras calles.

 

El efecto de la peatonalización es positivo, no es insignificante ante la creciente actividad comercial de ventas al por menor en lugares públicos. Aunque genera incertidumbre en algunos sectores comerciales, se trata de proteger la historia de la arquitectura colonial y, serviría como promoción comercial reglada, compitiendo en las zonas peatonales con los centros comerciales periféricos.

 

Civilidad: Hay que resguardar los caserones, iglesias y edificios gubernamentales, tesoros del periodo de 1600 a 1850. Popayán es una ciudad colonial española, el día que se acabe ¿a que vendrán los turistas?

 

 

 

 

domingo, 31 de marzo de 2024

La muerte según tres filósofos: Chardin, Heidegger y Morin

 


“Reflexionar sobre nuestra muerte es reflexionar sobre nuestra vida. La muerte es una dimensión de la vida. Para Martin Heidegger, filósofo existencialista, la muerte es el acontecimiento esencial en la aventura humana. La muerte es un misterio, la consideramos como el momento de decir adiós a todo, es el viaje de irás y no volverás. ¿Por qué nacimos, si vamos a morir? Cuando el cuerpo enfermo siente sensación de declive, de fragilidad, desarmonía, malestar, disolución… se vislumbra un momento trágico de desaparición con pérdida de todo: familia, posición social, patrimonio, fortuna… La muerte se produce al cesar las funciones fundamentales: actividad cardíaca y actividad respiratoria, lo que representa el cese de las funciones cerebrales. Existe la muerte biológica o muerte cerebral y la muerte total de todo el organismo. Nos preguntamos si existe la vida después de la vida (Moody, Raymond A.) ¿Morir es pasar a otra dimensión?

El gran filósofo, pensador y político francés Edgar Morin separa hombre-cultura, vida-naturaleza, física-química. No es posible bioquímicamente la inmortalidad. Hay muchísimas reacciones metabólicas irreversibles. No se acepta la muerte, hay una cultura negadora de la muerte, y es una actitud inmadura. La muerte no es el enemigo. En las facultades de Medicina se tiene esta creencia. Hablar de la muerte es un tema antisocial, un tabú. Pero la vida del hombre se define por el fin del mismo, como un camino a cuya meta conduce. La vida es el tiempo que transcurre entre nacimiento y muerte, o, mejor dicho, es el conjunto de actos que un viviente realiza.

Pierre Teilhard de Chardin estudia profundamente el tema de la muerte relacionado con el cristianismo. Teilhard de Chardin era pensador, filósofo, sacerdote y jesuita. La muerte es el acontecimiento esencial en la aventura humana. En «El medio divino» expone que la creación, la encarnación y la redención son indisociables. La historia de la cosmogénesis, de la biogénesis y la antropogénesis se presenta como un esfuerzo de síntesis convergente hacia la existencia de un fin último que Teilhard de Chardin llama punto omega. En la muerte es como en un océano, viene a confluir nuestras disminuciones, bruscas o graduales, y la muerte es el resumen. La muerte es una debilidad incurable de los seres corporales. El mismo autor tiene los ojos fijos en Cristo resucitado, hacia quien toda la creación aspira y en quien encuentra su consistencia. Cristo ha vencido la muerte. Acepta la verdad de la muerte como posibilidad propia e ineludible del ser humano.

Morin, sociólogo, pensador, filósofo y político dice que el hombre comienza las creencias religiosas a partir de enterrar a los muertos, magia, brujería, espiritismo, chamanes, creencias en la otra vida, resurrección, inmortalidad… nacen del intento humano de resolver el problema de la muerte. Su credo científico era separar conceptos hombre-cultura, vida-naturaleza y física-química” 

He querido compartir este escrito porque, hoy domingo de resurrección, la vida es la celebración de la existencia. Y porque, la vida es un brillante acontecimiento que nos da la capacidad de nacer, respirar, desarrollarse, procrear, evolucionar y morir.

 Civilidad: La vida es netamente individual y, nadie puede elegirla a sí mismo. Sin embargo, las condiciones de vida, permanentemente son asediadas por la muerte, imponiéndole un régimen de supervivencia.

 

domingo, 24 de marzo de 2024

 




¡Queja de amor!

Cuando se ama De veras nunca el amor nunca se olvida Amar es requisito Para vivir feliz Los sueños son realidad Sabiendo amar Mi queja de amor Es que no puedo vivir sin ti H.D.G. Río Blanco, 21 de marzo de 2024


sábado, 23 de marzo de 2024

Las procesiones en Popayán

 



La Semana Santa es una de las celebraciones religiosas más importantes del calendario católico, mostrando todavía, un gran nivel de recogimiento, siguiendo “religiosamente” todas y cada una de las tradiciones que se repiten año tras año por estos días. Dicen que se celebra desde cuando Jesús estaba en la tierra, lo cierto es que tuvieron que pasar varios siglos después de su muerte para que la celebración de la Semana Santa se instaurara de manera definitiva.

Tradicionalmente la Semana Santa, más allá de fiesta religiosa, es una cultura popular que va de domingo a domingo, comenzando el domingo de Ramos, terminando siete días después, el Domingo de Resurrección. Durante esta semana, los creyentes celebran lo que se conoce como Triduo Pascual: pasión, muerte y, resurrección de Jesucristo.

En Popayán, la Semana Santa, se lleva a cabo hace 458 años, desde el año 1566, como la celebración religiosa más importante de Colombia. Es una de las fiestas más tradicionales y antiguas que se cumple año tras año en la “Ciudad Blanca”. Durante cinco días, penitentes sin capirotes cargan sobre sus hombros pesadas “andas” caminando las calles coloniales. Siendo notables por la calidad artística de los dorados y la ebanistería de los pasos, así como por el ambiente sonoro y olfativo (incienso) de las procesiones. Por lo que, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) este sitio y sus eventos, fueron considerados como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.

Las procesiones en Popayán, han sido suntuosas, silenciosas y magníficas. La salida de la respectiva iglesia tenía lugar a las 8 de la noche y a ellas concurría casi toda la población de Popayán, incluidos los provincianos y las vecindades que acudían a la ciudad durante la Semana Santa, atraídos por los esplendores de los desfiles y fiestas religiosas.

La procesión siempre empezaba por un grupo de monaguillos que llevaban campanas e incensarios, luego seguían el Sacristán mayor y dos acólitos, llevando aquél una gran Cruz enarbolada llamada popularmente la Cruz Alta. Los primeros pasos en todas las procesiones, excepto la del Viernes Santo, eran los de la efigie de San Juan, la Magdalena y la Verónica; no llevaban sitiales o doseles y su pesadumbre era liviana, por lo cual los cargueros vestidos de nazarenos han sido devotos inexpertos. Luego venían los grandes pasos con grupos de efigies representando los diversos episodios del martirio y de la muerte de Cristo. Estos pasos llevaban sitiales muy hermosos y marchaban distanciados a considerable espacio. Su marcha era pausada y silenciosa, solamente se oía el crujir de sus “andas” y, entre los pasos desfilaban también bandas de música, y cantores del Orfeón Obrero y la Universidad del Cauca. A uno y otro lado de la procesión, se integraban largas hileras de fieles y de acompañantes discretamente vestidos portando entre sus manos, velas o cirios encendidos. El silencio, el recogimiento y la compostura reinaban en la procesión dando un aspecto majestuoso y solemne, dando pasos lentos en ambiente místico como corresponde a esta fiesta religiosa.

El desfile sacro más importante de la semana correspondía al Viernes Santo, las “andas” no llevaban ninguna efigie sino los atributos del Martirio de Cristo, como los clavos, la caña irrisoria, la corona de espinas, las sábanas mortuorias, la Cruz, etc. Por último, el Santo Sepulcro de carey y plata con el cuerpo de Cristo, y la magnífica efigie de la Mater Dolorosa.

Cargar pasos de la procesión sigue siendo una devoción rigurosa de los hijos de Popayán y sus herederos, que nunca dejan de cumplir ni en las más aciagas circunstancias. En Popayán se conversa todo el año en peculiar vocabulario semana santero. Y, mientras mayor es el peso del paso que cargan, más pesada es la penitencia en auto de fe, que se rinde a los santos cargados sobre sus hombros.

Civilidad: Las procesiones atraen a visitantes del mundo entero; pero, además, son factor importante de unidad y sentimiento por la ciudad.

sábado, 16 de marzo de 2024

Las Araucarias mueren de pie

 

En la etapa de envejecimiento, posiblemente después de 100 años de existencia, o a decir de los expertos, por las condiciones ambientales extremas, durante tormentas eléctricas, los rayos pudieran haber dañado severamente los árboles al quemar su estructura interna hasta debilitar su resistencia. Otros dirán, las Araucarias sin nutrientes se secaron y, la sequía hizo que las ramas cerraran sus poros para evitar la deshidratación. Algunos sabiondos podrán indicar también, que el factor central, es un hongo o un grupo de hongos que los volvieron leñosos.  Pero, es totalmente notoria la sequedad gradual de los árboles, cuya longevidad es indeterminada. ¡Las araucarias se están muriendo y nadie sabe por qué!



En todo caso, se trata de un silencioso mal que aqueja a los bellos ejemplares de este árbol que bien podría haber sido declarado monumento natural. Así como ellos, la población joven está desapareciendo sin haber plantado un árbol. Y, sin lograr encontrar el motivo de este fenómeno, mucho menos la cura. Solo queda el recuerdo de la Araucaria como símbolo de exuberancia, que formó parte esencial de la vida política, social, espiritual y cultural de los payaneses.

Cualquiera haya sido la razón de su fin, hoy su panorama es triste y antiestético. En la denominada “sala de recibo” de Popayán, en otras épocas, dentro del dosel arbóreo formaron una corona vegetal las cinco Araucarias. Los árboles son poemas escritos en la tierra y tienen corazón; por eso, ha sido uno de los árboles más queridos por los habitantes de esta ciudad. Lástima, están muriendo de pie como mueren los árboles y los héroes. Lo grave, es que no haya despertado en el corazón de las gentes ningún interés. 

De corteza gruesa y resquebrajada, ramas pinchudas y escamadas, la Araucaria, de singular silueta que puede llegar a medir 50 metros de altura; las hemos visto crecer y saber de su historia genética, que se remonta a muchos años atrás, lo que permite que el caminar entre esa arboleda sirva de fuente de inspiración, a tal punto de recibir su sabiduría y su experiencia acumulada a lo largo de su existencia, se convierte en una bandera de lucha ante la amenaza de desaparecer. Las moribundas araucarias produjeron oxígeno, purificaron el aire, sirvieron de refugio para las aves y, fueron testigos mudos ¡Si hablaran cuánto no dijeran!

¡Las Araucarias pacientemente se están muriendo! Esos árboles de vital presencia, que custodian al Sabio Caldas son inolvidables, pues desde cuando tengo uso de razón hacen parte de esta zona céntrica de la ciudad. Con el paso de los años, ya no es posible conocer quien invitó a las semillas para asentarse allí. Su especial belleza llevó a que, en tiempos de la política partidista en este paradisiaco lugar, años atrás, un reconocido político en sus gestas conservadoras, en ardiente discurso le concediera un uso figurado, pero brutal, mencionando que, bien podrían servir para hacer ofrendas colgando regalos en sus ramas, pero “faltarían araucarias para colgar liberales”.

Así han permanecido rígidas convertidas en iconos vivos de la naturaleza adornando este lugar en esta tierra mágica en la cual conviven la cultura y las prácticas non santas en el pueblo de Don Sebastián Moyano. Con estas letras, lanzo el último adiós a las Araucarias.

Civilidad: Lo esencial de este escrito, es reportar la paciencia de estos árboles que mueren lentamente de pie, para que quienes, a su lado, circulamos seamos conscientes y prudentes de estos factores. Y, para que las autoridades civiles y ambientales tomen las medidas para mitigar los riesgos, previniendo accidentes, garantizando la seguridad de todos.


sábado, 9 de marzo de 2024

Patojo todos los días

 



Ser patojo es lo más parecido a un título de nobleza de aquellas épocas pretéritas.  Es la esencia de una raza que existió en Popayán, digna de pocos y envidia de muchos. Algo así como tener sangre azul, es decir: ´de familia aristocrática´. De todo lo captado en la obra monumental del pintor Efraím Martínez. De caballeros de la realeza que no salían al campo a trabajar, por tener la piel más pálida, a través de la cual se les podían ver las venas. En contraste, con esa realidad hoy perdida, el ´patojo´ real es aquel nativo que tuvo niguas y que le corre pipián por las venas.

Cuando llegaron los colonizadores, ya había pobladores en este valle de Pubén que cultivaban las niguas. Francisco López de Gómara, el cronista español del siglo XVI, que insistió en la Conquista de México y Centroamérica, las describió así:

“La nigua es como una pulga pequeñita, saltadora y amiga del polvo; ni pica sino en los pies; se mete entre cuerpo y carne; pare luego sus liendres en mayor cantidad que cuerpo tiene, las cuales en breve engendran otras y, si las dejan, se multiplican tanto que no las pueden agotar y remediar sino con fuego o con hierro. El remedio para que no piquen es dormir con los pies descalzos o bien cubiertos. Algunos españoles perdieron con esto los dedos de los pies y otros todo el pie” (Fco. López de G. Historia General de las Indias, I Hispania Victrix, 1985, p.65).

 

Así que hace más de 200 años, esta plaga invadió cada rincón de Popayán. Era un insecto llamado ´Nigua´ que se metía entre los pies de la gente que andaba descalza o con alpargatas de fibras naturales, provocándole infecciones y una terrible picazón, que los hacía caminar con los pies abiertos, como caminan las aves de este tipo.

Hoy cariñosamente y sin ficción estética nos llaman “patojos”, por cuenta de esa plaga que se propagó en Popayán y, por lo que los pobladores de Popayán: indígenas, criollos, mestizos y mulatos, tenían morros de niguas en los dedos de los pies. En semejante cuadro conmovedor, los afectados se rascaban en los “testigos”- esquineros de piedra- colocados en las paredes manchándolas de sangre al haber sido infectados por ese bicho.  Estos esquineros como “testigos”, hoy se conservan en el centro de la ciudad, otros se restauraron y reconstruyeron después del terremoto de 1983, haciendo parte de la arquitectura del sector colonial de Popayán, que bien podría ser considerados como símbolo de la historia "patoja" contada mediante la expresión oral. Esquineros que en tiempos arcaicos sirvieron también, para proteger las paredes y muros de las vacas, mulas y caballos arreados desde los corrales de las ferias hasta el matadero. -yo conocí una familia de arrieros apodados los “arbolitos”-

En la genialidad del gobierno de la época, para matar esa “bacteria” de las niguas, decidieron pintar con cal todas las edificaciones por fuera y por dentro.  Y como esa guerra contra la Nigua durara mucho tiempo, Popayán quedó pintada toda de blanco, derivando su título de “Ciudad Blanca”.

Hoy todo ha quedado perpetuado para siempre, todos los símbolos, bajo la magia de la leyenda. Y como Popayán tiene una amplia cultura, mis antenas todos los días de mi existencia, seguirán abiertas para ser receptivo y repetitivo de aquellas patojadas que me conmueven a ser más patojo todos los días de Dios.

El gentilicio, indica la procedencia de nacimiento. Pero yo, en mi sensibilidad humana, siendo natural de Popayán, repito simplemente, y con auténtico orgullo que soy “Patojo” todos los días porque amo a mi ciudad, porque la respeto, porque me gusta narrar su historia y, sus tradiciones.

 

Civilidad: Patojo es aquel que, teniendo el atributo de haber nacido en Popayán, exalta con inmenso vigor, todos sus rincones:  paredes blancas, el poniente sol, torre del reloj, el puente del humilladero y sus costumbres.