En el Popayán que se nos fue, era tradicional reconocer a las
personas por su sobrenombre. Antiguamente, el apodo sustituía al nombre en
forma cariñosa. En muchos casos, los apodos se heredaban con orgullo,
transmitiéndolos a sus hijos. Eran pues, los remoquetes geniales, nacidos de la
picaresca patoja. Era moda. Las gentes se conocían más por la “chapa” que por
su nombre de pila. Pese a guardar en mi memoria los nombres y el motivo de los
motes, los omito para evitar molestias, devolviéndome en el tiempo, así:
Alacrán: Médico famoso, pero malgeniado.
Alicate: Dueño de la Viña, (apodo heredado
a su hijo Alirio López)
Autogol: Porque lo hicieron sin
querer.
Agüita de Coco: Carrillo, por su
calva, quien trajo la primera guitarra eléctrica a Popayán.
Biombo: Porque solo servía de estorbo
a la familia.
Bombero: Borracho cansón que
apagaba cualquier fiesta, por prendida que estuviera.
Bombillo flojo: Tenía un
"tic" en los ojos que lo hacía parpadear.
Búho: Porque solo salía de noche
Care-choclo: Por su cara con acné.
Care-reloj: Conductor de la licorera
de cara redonda.
Care- jigra: Era un lustrabotas
de cara arrugada.
Care-tigre: Guardián de la antigua
“cárcel del proceso” con vitíligo, manchas de care-tu mama: Un decir del
apreciado ingeniero Paz.
Care- moneda: Por su cara redonda.
Care-pellisco: Por su nariz y boca
fruncidas.
Care-puño: Porque tener la nariz
achatada.
Carpa de circo: la clavaban en
cualquier parte
Cárcel: Porque no tiene barros
sino "barrotes"
Carramplón: Collazos
Calzoncillos: Hermanos que andaban siempre
juntos
Casquifloja: Muchachona fácil.
Comidota: Por tragaldabas (tragón)
Chorro de humo: Fumador
empedernido.
Escalera: Próculo González, dueño del
bailadero “El Bambú”.
Estribo: Porque solo metía la pata.
El pollo López: Padre del actual
alcalde de Popayán
Espanta la virgen: Por feo
El ovejo: Fernando I. C.
El matador: Jairo Navia
El panadero: Collazos
El ronco: López
Fiambre: Comidilla de todos los
paseos.
Jeta de colada: Zúñiga, por su
hablar enredado.
Jueves santo: vigilante del banco
del Estado, siempre en corbata.
Garulla: Por bullanguero
La machaca: Una mujer ardiente.
Las cagadas: La embarraban en todas
partes.
Mejoral: Porque se creía que servía
para todo.
Mil toneladas: El gordo Muñoz.
Milloncito: Porque no hablaba sino
de dinero.
Mariposa: Copera de bar que volaba
de mesa en mesa.
Mueble fino: Por lo viejo y bien
acabado.
Morrocoy: Solo se veía de noche, o
porque con él, siempre se perdía.
Niño Sano: Conductor camionero muy
gordo.
Oblea: Dama grande o alta.
Orinal: Por tener salida la
mandíbula inferior.
Panelita: No por dulce, sino
por la boca cuadrada.
Papaya verde: porque la tocan,
pero nadie se la come.
Pambazo: Rafael García compañero de
pupitre en la escuela.
Pate-rosca: Carlos Muñoz, compañero mio, de sala de partos en el Pabellón Primo Pardo y de día de nacimiento (5 de enero)
Pate-rosca: Carlos Muñoz, compañero mio, de sala de partos en el Pabellón Primo Pardo y de día de nacimiento (5 de enero)
Polo norte: Estudiante, con todo
bajo cero.
Ringlete: Porque no hace sino
voltear.
Rendija: Por tener la mirada como
cuando se mira por el ojo de una llave antigua
Ratón de Iglesia: Gerardo Delgado
porque andaba de iglesia en iglesia
Saco: Carlos Hidalgo
Sal de frutas: Porque se sulfuraba
con facilidad.
San Andresito: Por la cantidad
y variedad de collares, cadenas, pulseras y anillos que se pone.
Seis y cinco: Por un tic, inclinando
la cabeza sobre el hombro izquierdo.
Sobrado de tigre: Porque le faltaba
un brazo.
Sol: porque el sinvergüenza se
iba al atardecer y regresaba con la salida del sol
Submarino: Más bruto que su hermano
Marino.
Supermercado: Por tener toda clase
de granos.
Torre de Pisa: La solterona que siempre
tuvo inclinación, pero nunca cayó.
Trofeo: Por orejón.
Trombón: Ingeniero conservador de
prestigio político.
Trompe- buque: Por lo jetón
Ventarrón: Comerciante de apellido
Mosquera
Visitica: Porque preciso, llegaba a
la hora de las comidas.
Kumis: Un basquetbolista por la
blancura de su piel.
La lista de apodos es bien larga. Hoy evoco una pequeña muestra de
sobrenombres de personajes pertenecientes a todas las actividades humanas. Los remoquetes
que provienen del pasado histórico, entre ellos: el famoso filósofo
griego Platón, quien se llamaba Aristocles, practicante de lucha
libre, por lo cual había desarrollado un cuerpo atlético, lo que hizo que su
entrenador lo apodara Platón, que significa espaldas anchas, quedando
así para toda una eternidad. Iván El Terrible, cuarto zar de Rusia,
quien debe el apodo a su personalidad cruel y despiadada.
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