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sábado, 14 de diciembre de 2019

Exaltación al Dr. Temístocles Ortega


Concurrí al salón de los espejos de la gobernación del Cauca para presenciar la acción noble y justa que lo hace justo y noble respectivamente, al gobernador Oscar Campo Hurtado al imponerle la condecoración de la medalla José Hilario López al Senador Dr. Temístocles Ortega Narváez. Mi escrito, encuadra, como no podía ser de otra manera, en el contexto del afecto; y, al mismo tiempo, del rigor solemne propio de un acto de esta naturaleza. 
No me resulta fácil exponer mis ideas y sentimientos entremezclados, que se resisten a seguir cualquier orden. Primero pensé, cuánto tiempo hace que conozco al homenajeado, quien, a puro pulso, con inteligencia y su claridad de juicio ha estado por encima de las divergencias que surgen siempre tras muchos años de convivencia política. Lo cierto es que, en todos los concurrentes al acto, se apreció, el pensamiento y hondo sentimiento de gratitud hacia el agasajado Dr. Ortega Narváez. Entonces, viene a mi memoria el filósofo Aristóteles cuando dice:

La amistad perfecta es la de los hombres buenos e iguales en virtud; pues en la medida en que son buenos, de la misma manera quieren el bien el uno del otro, y tales hombres son buenos en sí mismos; y los que quieren el bien de sus amigos, a causa de éstos son los mejores amigos, y están así dispuestos a causa de lo que son y no por accidente; de manera que su amistad permanece mientras son buenos, y la virtud es algo estable “

Con el Senador Temístocles, la amistad es prolongada, que se convierte en verdadera amistad. Lo conocí en plena juventud, cuando se inició en la política haciendo parte del movimiento, izquierda liberal. Luego en 1985 como Gerente de la Caja Previsión del Cauca y como Secretario de Educación.  Hace parte de los pocos alumnos de la Universidad del Cauca que han llegado lejos. Graduado con los mejores méritos académicos como abogado en la Universidad del Cauca: Tesis de grado honorífica, Medalla Sesquicentenario como Mejor Estudiante del Alma Máter y Medalla Camilo Torres como Mejor Egresado. Se ha desempeñó como Viceministro de Justicia en el gobierno de Virgilio Barco. Fue Magistrado de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria y Presidente del Consejo Superior de la Judicatura, donde impulsó la tutela como herramienta para la defensa de derechos los fundamentales. Es autor de la Ley 1123 o Estatuto Disciplinario del Abogado y miembro de la comisión redactora del Código de Procedimiento Penal. Sintetizando, ostenta una hoja de vida cargada de méritos académicos y cualidades que hablan de su talento exitoso en su recorrido de la cosa pública departamental y nacional.

Por su estilo y modo de actuar el Dr. Temístocles Ortega, es de pensamiento humanista, pues ha dado muestras de sociabilidad, de su capacidad transformadora y positiva. Humanista porque lucha por la paz y la no violencia; reconoce la diversidad y la ve como algo positivo; es un luchador contra toda forma de discriminación económica, racial, étnica y cultural; apoya el desarrollo de la ciencia y del conocimiento; defiende la libertad de creencias y de ideas y trabaja por conseguir equidad e igualdad de oportunidades para todos. En fin, el Dr. Ortega Narváez, es un humanista porque establece y sienta las bases del derecho, políticas de derechos humanos que son parte de la legislación de todas las naciones.
Del Dr. Tito, tengo el recuerdo vivo de arrojo y valentía. En una época de agitación electoral, cuando se aproximaba el proceso de votación para gobernadores por elección popular, fue un macabro 30 de septiembre negro de 1991, cuando nuestro grupo político apoyaba de manera integral la candidatura de Temístocles Ortega Narváez. Al llegar a un verde bosque de pinos de la vereda de “la Primavera” (Cajibío), la guerrilla nos recibió entre el humo del traqueteo indescriptible de una lluvia de balas. ¡Por gracia de Dios, nos salvamos! Logramos pasar la plomiza para contar hoy este fragmento de ese retorno sangriento, en la que perdieron la vida, dos compañeros de gira: Jairo Valencia y Horacio Morcillo, y ocho humildes agentes de seguridad (Das y Sijin).   
Finalizo este escrito, valiéndome de las palabras del clásico castellano, para expresar que: “Si no puedo pagar las buenas obras que me hacen con otras obras. Pongo en su lugar los deseos de hacerlas, y cuando estos no bastan, las publico; porque quien dice y publica las buenas obras que recibe, también las recompensará con otras, si pudiera”.
Civilidad: Felicitar efusivamente, al ingeniero Oscar Rodrigo Campo Hurtado como el mejor de los mejores Gobernantes de Colombia por su gestión y compromiso y desarrollo de la región.



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