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sábado, 3 de agosto de 2024

Reviviendo la historia

 



Sin duda alguna, el 7 de agosto, es una fecha para rememorar el poder de un ideal, de una convicción, del coraje y la lucha de esos los hombres y mujeres que pelearon entregando sus vidas por la independencia de Colombia. Por esos valientes guerreros, hoy podemos gritar a los cuatro vientos que orgullosamente por tradición,  somos colombianos y libres.

El 7 de agosto, evocamos la Batalla de Boyacá, honrando la rica historia y la valiosa comunidad afrocolombiana en la lucha por la independencia y la construcción de Colombia como nación. Cómo no reconocer a la raza afrocolombiana, reafirmando la gratitud por su participación en el campo de batalla y, como no celebrar las hazañas de lideres y combatientes (criollos, mulatos, mestizos, zambos, indígenas y negros) que contribuyeron en ese suceso histórico en la búsqueda de la libertad y la igualdad en nuestro país. Su participación no solo fue fundamental en el campo de batalla, sino que también sirvió para que la sociedad en general, batallara por la abolición de la esclavitud en una Colombia más inclusiva y equitativa.

Esta nueva conmemoración sirve para reflexionar sobre el hecho de que nuestra historia no habría sido posible sin la valentía y la dedicación de los combatientes que participaron en la lucha por la independencia. La Batalla de Boyacá fue una victoria colectiva, en la que hombres y mujeres de diversas etnias y culturas se unieron para forjar un camino hacia la libertad.  La victoria contundente se consiguió, bajo el mando de Simón Bolívar en el Puente de Boyacá. En ese monumento representativo de los héroes, se marcó no solo el punto final de las disputas guerreristas, sino que fijó el triunfo independentista de Colombia. Esa batalla en el puente Boyacá, es de gran importancia histórica porque confirmó el rumbo trazado el día 20 de julio de 1810 para liberarnos del imperio español con la caída del Virreinato de la Nueva Granada.

Fueron varios días de conformación de la Campaña Libertadora, trazando la estrategia de Bolívar, determinando que debían tomar por sorpresa al ejército realista al momento de pasar por el río Teatinos para dirigirse a Santafé, donde estaría a salvo de los ataques patriotas. Así que, bajo el mando de Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y José Antonio Anzoátegui y, la tropa patriota conformada por 2.850 combatientes atacó con fiereza al ejército realista que contaba con 2.670 soldados al mando del coronel José María Barreiro. El combate duró más de seis horas, en la que la tropa libertadora se llevó la victoria, logrando la rendición de los españoles, que fueron tomados como prisioneros.  Allí al ser prisionero, el español coronel Barreiro trató de sobornar al soldado preadolescente neogranadino de 15 años, con una bolsa con monedas de oro para que lo dejara huir. Pero el leal y patriota soldado, llamado Pedro Pascacio Martínez, se negó y junto a otro soldado conocido como Negro José, no solo capturaron al comandante del ejército enemigo José María Barreiro, sino que entregaron el prisionero al propio Simón Bolívar. Al tener conocimiento de semejante derrota realista, el virrey Juan Sámano huyó de Santafé, ciudad que quedó bajo el mando de los criollos. Así fue que esa gesta libertadora en el Puente de Boyacá, marcó el paso definitivo a nuestra independencia.   

Civilidad:  Por semejante lucha libertaria, los colombianos orgullosos revivimos la ruta libertadora izando el pabellón tricolor el 7 de agosto de cada año.

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