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domingo, 4 de febrero de 2024

Calores sofocantes..¿Que hacer? (2a parte)

 

Ya sabemos que las ¡ciudades están llenas de automotores y malos humos. Plásticos flotando en el mar. Los polos se derriten. Ahora, necesitamos voluntarios para que el planeta tierra esté más contento ¡Hoy está enfurecido!
Si somos amigos de las plantas y los animales, podemos convertirnos en superhombres de la ecología. El cambio climático, el agujero en la capa de ozono, es una realidad. Las tormentas de invierno son más enérgicas y desencadenan más agua, causando cada año daños generalizados por viento e inundaciones. Los ciclones tropicales se han vuelto más fuertes y afectan a decenas de millones de personas cada año. Los mega-ciclones y, las carbonizaciones de los bosques,  se han vuelto más comunes, con velocidades de viento que hacen dificil mitigarlos.
 
La inseguridad alimentaria y del agua ha aumentado en todo el mundo, amenazando la salud y el bienestar de miles de millones de personas. El calor y la humedad extremos en los trópicos y subtrópicos ha multiplicado por diez el número de días en los que es imposible trabajar al aire libre, reduciendo la productividad agrícola.
El clima extremo en el mundo, ha hecho que la producción de alimentos sea impredecible. La mitad de la tierra dedicada a la agricultura en el pasado, ahora es inutilizable, y la capacidad del resto para cultivar alimentos difiere mucho de una temporada a otra. Las poblaciones de peces han colapsado. La acidez del océano ha aumentado en un 125 %. La cadena alimentaria del océano ha disminuido en algunas regiones, ya que los pequeños organismos marinos que forman su base luchan por fabricar conchas de carbonato de calcio y así sobrevivir.
Pese a los avances de las ciencias médicas, las muertes por tuberculosis, malaria, cólera, diarrea y enfermedades respiratorias se encuentran en los niveles más altos de la historia de la humanidad. Los fenómenos meteorológicos extremos –desde olas de calor y sequías hasta tormentas e inundaciones– están causando grandes pérdidas de vidas y dejando a millones de personas sin hogar. Las epidemias se han sucedido durante todo el siglo, extendiéndose entre poblaciones asediadas por la pobreza y la vulnerabilidad generalizadas.
De aquí al año 2100, la humanidad debe afrontar el reto para mitigar la crisis climática. Si hacemos todo lo posible por contener el cambio climático en el planeta, podríamos disminuir las temperaturas globales y mantenerlas durante el resto del siglo. Los combustibles fósiles deben sustituirse por energías renovables. Renovar los bosques, plantando más de un billón de árboles, para absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.
Hay que reestructurar las ciudades para ofrecer un transporte público totalmente eléctrico con vibrantes espacios verdes. Los edificios nuevos deben construirse con recubrimiento fotoeléctrico para generar energía solar y tejados verdes para refrescar las ciudades, convirtiéndolas en lugares más agradables para vivir.
Innovar la tecnología, para  trenes eléctricos de alta velocidad para conectar las principales ciudades del mundo. Los vuelos intercontinentales, con grandes y eficientes aviones que funcionen con queroseno sintético fabricado, combinando agua y dióxido de carbono aspirado directamente de la atmósfera.
 
Que la dieta mundial de la humanidad se aleje de la carne. Mejorar enormemente la eficiencia de la agricultura, durante la transición de la producción de carne a escala industrial al sustento a base de plantas, creando más tierra para volver a cultivar los bosques y la reforestación.
Si tan solo la mitad de la humanidad se dedicara a restaurar la biosfera natural y sus servicios ecológicos, se pondría fin a la devastación del planeta tierra y poner en marcha a gran escala para proporcionar energía limpia e ilimitada a los habitantes del siglo XXII.  Son los dos futuros muy diferentes. El resultado para que vivan sus hijos y nietos, dependiendo de las decisiones que empiecen a tomar desde hoy.
Civilidad: Las soluciones que proponen los científicos, son beneficiosas para todos, pues, reducen las emisiones, mejoran el medio ambiente y hacen que la gente esté más sana.
 
 
 
 
 

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