Haciendo un repaso a la capital del Cauca, fundada
en el año 1537, desde entonces, uno de los centros religiosos más importantes
del país, por lo que se la conoce como la Jerusalén de América. Recordemos
igualmente que, su Semana Santa fue declarada Patrimonio
Cultural e Inmaterial de la Humanidad por UNESCO. Y, que las procesiones
que aquí se celebran, son reconocidas mundialmente y, que atraen año tras año a
miles de turistas.
¡Popayán, es una caja de sorpresas! Como toda gran capital,
tiene sus lugares emblemáticos, esos que dejan una impronta imborrable en la
ciudad y en quienes la visitan. Recorrer su centro histórico, es extraordinario. Popayán, definitivamente
podría ser una ciudad líder porque todo es espléndido, sus calles, la
conservación de sus casonas, y edificaciones, sus cuidados con lo histórico en
sus museos es verdaderamente asombroso. La clave de los museos es la
originalidad. En el mundo existen museos para
todos los gustos, pero en Popayán, el denominador común, es la originalidad en
estado puro.
Otro motivo por el que también es conocida como la
Ciudad Blanca es porque la mayoría de edificios de su centro histórico han permanecido pintadas de blanco desde principios del siglo XX.
Ello debido a un parásito llamado nigua (algo así como
los piojos) que traía por el camino de la amargura a los habitantes de Popayán.
Para intentar erradicar esta plaga, se comenzó a utilizar cal viva, tanto en
calles como a la hora de pintar las fachadas de las casas y caserones.
Los esquineros de piedra de cantera no son adornos en
las esquinas de las calles, especialmente a lo largo de la carrera 3ª eran no
solo para sostener el ganado vacuno trasladado con rejos. Esas piedras
esquineras, eran utilizadas por los habitantes para rascarse pies y talones, para
aliviar la tortura de la picazón que producían las niguas en su humanidad.
Desde entonces, debido a la sensación de pulcritud que otorga el color blanco,
se continuaron pintando las fachadas cada año en especial, antes de Semana
Santa. Hoy en día cada vez son menos las fachadas que siguen pintando de
blanco, pero es el color predominante en casi todo el casco antiguo. En lo que
conocemos como el centro histórico, podemos encontrar la gran mayoría de
atractivos de Popayán, que la hacen tan especial, como son: la plaza de Caldas,
su torre del reloj, los edificios de la alcaldía de Popayán y la gobernación
del Cauca; el Panteón de los próceres, el Teatro Municipal con sus musas, el
Puente del Humilladero y otros lugares no tan conocidos.
Los
centros históricos son espacios definidos donde está la historia.
Revisados centros históricos de distintas ciudades de Europa, son lugares
en los que está terminantemente prohibido el ingreso de vehículos, a menos que
se trate de aquellos que van a surtir museos, restaurantes, cafés y hoteles.
Popayán igualmente, es reconocida por la alta calidad de su comida, por lo
que fue declarada por la UNESCO en 2005 como Ciudad de la Gastronomía.
Es rica en cuanto a su gastronomía propia. Suyas son
las empanadas de ´pipián´, que es un relleno hecho a base de papa colorada
del Cauca, maní y achiote; la ´carantanta´, crocante de maíz que se come mojándolo
en hogao (salsa de tomate y cebolla); el salpicón Payanés, bebida hecha a
base de hielo, mora de Castilla, lulo y guanábana y, el helado de paila,
los champús y los aplanchados de “Doña Chepa” ... Así que, si
quieren conocer la ciudad, por dentro, con todas sus delicias, Popayán abre sus
puertas a la versión XXI del Congreso Gastronómico del 7 al 10 de septiembre.
Civilidad: La medida de peatonalizar el Centro Histórico, mediante
decreto, se lo agradeceremos siempre señor alcalde Juan Carlos López.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario