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sábado, 21 de septiembre de 2024

Desafiando el olvido y la modernidad.



Popayán, ilustre entre las ciudades, edificada con heroísmo y distinción, aportante de la mayor dote de sangre y de dinero para la independencia de Colombia; podría rescatar su perfil con cierta unción mística a través de actividades o eventos culturales para enriquecer a la población, alimentar su pensamiento, cultivar su sensibilidad y reforzar sus valores identitarios mediante expresiones artísticas.

La cultura es una necesidad humana; no solo referida al entretenimiento y la distracción, sino también a la creación de vínculos sociales significativos y el fortalecimiento de la identidad cultural. Todo esto, se traduce en la transmisión de creencias, valores, puntos de vista, reflexiones y memoria histórica de una generación a la siguiente; algo que es indispensable en la ciudad. En el caso del Cauca por pertenecer a la zona Andina, predominan los bambucos, pasillos y la música tropical. El gusto por bambucos y pasillos es frecuente en la capital Popayán y en poblaciones aledañas, ritmos, interpretados por tríos o cuartetos integrados, la mayoría de veces, por familiares o amigos.

Revisemos el álbum musical de Efraín Orozco Morales, con un don especial, porque cuando se nace con personalidad, no existe cerco que ataje el ímpetu espiritual. Efraín Orozco, gran valor musical de Colombia, nació en Cajibío, Cauca. Persona que, gracias a su progenitora, Amelia Morales, como buena guitarrista y a su padre, que le enseñó y le regalo un cornetín, a los ocho años, le abrieron los caminos de la música. También, el Centro Cultural del Banco del Estado en Popayán a cargo de Jorge Flórez Calvo apoyó la cultura, manteniendo durante varios años “El concurso de tríos” que fue famoso nacionalmente. Desde allí, se dio a conocer la obra y el legado de grandes compositores e intérpretes caucanos en la escena musical a final del siglo XX

Sería un éxito, revivir la vena musical, si las secretarías culturales de Popayán y el Cauca unidas retomaran “El concurso de tríos”, como evento musical para conmemorar alguna fecha especial, abanderando nuestra tradición musical muy rica, pero olvidada, por cierto. Para ello, ha surgido un grupo selecto que anhela fortalecer los valores musicales de nuestro territorio, a través de melodiosas guitarras para promover el talento musical de artistas locales, nacionales e internacionales. Excelente idea para resaltar nuestros músicos de cuerdas, que hoy por hoy, no tienen apoyo de ninguna entidad estatal. Bonita ocasión para rescatar la armonía de tríos, así lo expresa, el gestor anhelante del encuentro musical.  Álvaro Martínez Pabón, quien fiel a su propuesta, sueña mantener nuestra cultura musical para darle una frescura al ambiente caluroso, ante las adversidades que hoy sobrellevamos.

Se abre una ventana muy positiva para visibilizar el potencial artístico de compositores y agrupaciones de tríos que se reunirían en el icónico Teatro Valencia, también subutilizado. Ese turismo cultural emergente, se convertiría en una fuerza económica importante, facilitando la difusión musical, promoviendo el consumo cultural, y a su vez, al resurgir de una muestra cultural regionalmente integrada.

Señores mandatarios gubernamentales, la música y el turismo son un bálsamo que, unidos como propósito visionario permitirá reconocer y compartir la diversidad musical de nuestra región. La música de guitarras ha sido durante mucho tiempo un aspecto inexplorado en el contexto del turismo. El renacer de la guitarra, en una era olvidada, no es solo una frase evocadora, sino la invitación a emprender un viaje sonoro hacia rincones del pasado musical que esperan ser redescubiertos.

Civilidad: La mejor manera de conectar a las personas con las raíces colombianas, con la tierra, es con la música, contagiados de alegría y del talento que tenemos aquí. 

  

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