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domingo, 24 de diciembre de 2023

NIño rico, niño pobre

 


Juanito era un niño ávido, criado en medio de la opulencia; la largueza económica de sus padres le permitía tener todo lo que se antojara. Era un niño consentido; lo que pedía, se lo concedían. Juanito estaba en plena formación en el mejor colegio, sin entender que el éxito escolar comenzaba con la lectura.  Por ello, no comprendía los principios y valores morales. No aplicaba el conjunto de normas espirituales, sociales y personales en las que se mueve la sociedad y, en la que cada persona decide regirse, para distinguir entre lo “bueno” y lo “malo”. Los principios y valores morales no se reflejaban en su modo habitual de obrar y proceder. Además de repelente con sus compañeritos, no tenía en su imaginario, la necesidad de ser bueno ni de ayudar a la gente que lo rodeaba. Por eso, en cada Navidad, Juanito armaba berrinche, entraba en colera, pues siempre, pedía más y más, volviéndose insaciable en sus exigencias. Lo caracterizaba su codicioso proceder, su interés propio, su egoísmo que nunca conseguía satisfacer. Era como el agua salada, cuanto más la bebía, más sed le daba.

Al llegar la Navidad del 2023, época de crisis en el mundo, poco le importó a Juanito porque como no leía no se enteraba ni interesaba por lo que sucedía, dedicándose a acumular cosas sin ningún sentido, aunque no supiera disfrutar de ellas. Su ambición era pedir y pedir, a sus padres, incluso a sus familiares cercanos y lejanos para que lo invadieran de regalos. Sus padres, le insinuaban que ya tenía muchos juguetes, que desarrollara el gusto por el estudio y el aprendizaje para proporcionarse una vida mucho más interesante y llena de oportunidades. Aun así, Juanito dedicaba demasiado tiempo a los videojuegos presentando mundos y situaciones irreales, en la percepción de la realidad con la que había perdido contacto, malgastando su tiempo sin aprender nada nuevo. En todas las formas le explicaban que, si le daban muchos regalos este año, otros niños del mundo se quedarían sin juguetes. Pero su cabecita necia, les respondía: “a mí no me importa, quiero los juegos más modernos”.   

Así que sus padres quisieron darle una lección a su inquietante adicción. Fueron tantos regalos, pero, tantos, que no tuvo tiempo para abrirlos ni disfrutarlos. Se deschavetó y rabió el día de la Navidad, pues no supo qué hacer con la cantidad de regalos.

Sus padres, lo llevaron donde un niño pobre que gozaba solamente con dos regalitos que había recibido, disfrutando como nunca con su familia y, sus amiguitos, cantando villancicos. Este niño había aprendido a valorar el esfuerzo de sus padres y entendía la crisis que afectaba a familias desposeídas de la fortuna.  Ante semejante lección, Juanito sollozando, experimentó la auténtica alegría.  Asimiló  que era más importante regocijarse con la familia y los amiguitos, que tener muchos regalos en Navidad. Así Juanito empezó a donar entre los niños pobres, todos los juguetes que nunca pudo disfrutar en su cantidad acumulada.

Este cuento didáctico de Navidad, para rescatar los valores por encima de la fiesta materialista en la sociedad actual. Enseñanza bonita y necesaria para los niños del mundo; para cambiar la empatía por la antipatía.  Para ponerse en la piel de otros ayudando a los demás. Enseñando a ser generosos antes que avariciosos.

Moraleja: Generalmente, los niños ignoran, qué es, el espíritu navideño ¡Navidad es mucho más que regalos! Socializar principios y valores, uno de ellos: el espíritu navideño evitando la codicia.

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