Y
arrancó la Navidad. A través de los tiempos la Navidad ha cambiado
mucho. En estas fechas son habituales
los comentarios proferidos por algunas personas sobre esta celebración
religiosa y familiar, afirmando que: “La Navidad no es lo que era”
Por
ello, en este escrito trato de ofrecer un repaso, sobre todo para aquellas
almas sobrevivientes del siglo pasado. Se trata
de una simple perturbación en el largo río del tiempo de 50 años o más,
revelando una doble realidad. La Navidad a través del tiempo, ha sido una
celebración llena de alegría para niños y nostálgica para muchos adultos. Es
una festividad cada vez, menos determinada por las ideas religiosas y más
estimulada por el consumismo, provocando la pérdida del espíritu navideño. La tradición dice que un
mágico viajaba hace miles de años, cumpliendo los deseos de las personas que
visitaba cada año, regalándoles paz, luz y energía positiva. La Navidad, es la celebración religiosa
donde se festeja el nacimiento de Jesús con el mensaje de
esperanza, unión, paz, amor y fraternidad entre familia, reuniéndose para
compartir sus tradiciones.
En el
siglo pasado, el anuncio de la Navidad, se hacía a través de las chirimías que
recorrían las calles de Popayán. El diablo vestido de rojo con cachos, perrero
y talega en que recogía las monedas, era la distracción de los niños. A
mediados de noviembre las dos emisoras existentes rompían la monotonía del año
con anuncios y Villancicos anunciando el mes de la alegría. Era pues, una época sin televisión, sin
radio, sin redes sociales, sin celulares en oferta y sin carritos a control
remoto. Imagínese amable lector, una Navidad sin centros comerciales con
indigestión vehicular en el parqueo. Imagínese a la gente caminando por las
calles empedradas en una noche de luna para ir a la Misa de Gallo
Supóngase los nacimientos en cada hogar de hace
50, 60, 70 años, en que los querubines de papel se amontonaban en las nubes de
celofán; el pastor con la oveja al hombro subiendo por una ladera tiesa de
tanto aserrín y engrudo; las ovejas de madera y algodón comiendo musgo dada su
inmovilidad. Lamentablemente, es una tradición que prácticamente se ha
ido perdiendo.
Durante
los últimos años, pocas celebraciones han evolucionado tanto como la Navidad,
incorporando otras de distintos orígenes. En 1967, nació el Alumbrado Navideño en Medellín; de allí en adelante,
“los alumbrados” de parques y avenidas, de origen paisa, se convirtieron en la
columna vertebral del lindo decorado navideño en las ciudades.
La tradición cambió con la llegada del árbol con adornos en
época decembrina como costumbre ancestral de romanos paganos. En
cuanto al árbol navideño, hay diferentes versiones acerca del origen del pino que
adornamos con bolas, moños, estrellas, guirnaldas y luces. Comercialmente el árbol de Navidad lo
actualizan cada año con toda la ornamentación necesaria creando árboles de
diferentes alturas, estilos y precios. En Colombia el árbol
comenzó a ser popularizado a mediados del siglo XX. Sobre el árbol de navidad que no puede
faltar en las casas de casi todo el mundo, es un símbolo alrededor del
planeta tierra para celebrar esta época del año. Ya sea natural o artificial, ya es un clásico
para adornar las casas, oficinas y tiendas. Además, se asocia con la llegada
de Papá
Noel o Santa Claus, quien
deja regalos debajo del árbol, los cuales simbolizan los dones que Dios dio
durante el año. Sea
cual sea la versión original, es un hecho que la Iglesia se encargó de
modificar esta práctica convirtiéndola en un culto religioso en honor del
nacimiento del niño Jesús; incluso, la significación religiosa del árbol afirma
que éste es una representación del Paraíso, lugar donde vivieron Adán y
Eva, los primeros seres humanos en poblar la tierra según el cristianismo y
catolicismo.
Civilidad: Que la Navidad,
como fecha bendita, mantenga unido a todo el mundo.
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