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domingo, 6 de agosto de 2023

La batalla de Guazábara

 



Desde siempre, el Cauca, ha sido escenario de fuerte tensión por la libertad y la tierra. Hoy, nuevamente con el bloqueo de los nietos de Quintín Lame, los enfrentamientos entre fuerzas del orden, conformadas como disidencias del Cric, los indígenas tratan de adquirir predios mediante la presión, sitiando a Popayán.  

Jaime Zúñiga Salazar, escribió en su tiempo lo que aquí retomo sobre una de las batallas más importantes que se realizó en las cercanías de Popayán con la épica ofensiva de Guazábara en 1536, en donde 15.000 indios lucharon por su independencia y derechos, contra los 10.000 combatientes del ejército español.

“Al grito de guerra dado por los yasgüen amenazados por ejércitos peninsulares respondieron todos los caribenes, pubenenses con numerosos ejércitos de la zona del actual Popayán, Tierradentro, Guambía, Coconuco, Timbío y el Tambo y se situaron desafiantes y altaneros en los llanos de Guazábara. A la cita de combate concurrieron animados por el valor salvaje y vestidos con todos sus arreos militares los caciques Calambás y Pubén, Aniobongo, Chisquío y la cacica Gaitana. Finalizando febrero de 1536, los ejércitos contendores se hallaron frente a frente en el inmortal campo de Guazábara, bajo el comando de los temibles yasgüenes pubenenses, Kaldera y otros caribenes.

El ejército conquistador bajo órdenes de Sebastián de Belalcázar lo componía más de 11.00 soldados y el de pubenenses, por cerca de 15.000 indígenas. Las armas de los españoles eran arcabuces, trabucos y lanzas que sembraban la muerte a los indígenas, ayudados por la caballería que comandaba Miguel López Muñoz. Enfrentados los ejércitos combatieron ferozmente durante una semana sin descanso. Belalcázar ordenó no dar cuartel al enemigo y luchar sin tregua hasta triunfar definitivamente. Perros de raza alemana, la caballería, las lanzas, los trabucos y las espadas de los españoles segaban por centenares la vida de los valientes defensores de libertad. A su vez las lanzas voladoras, los dardos certeros, las flechas envenenadas, la ira salvaje destapada, las imperativas órdenes militares y el postrer aliento de los moribundos se ahogaba al grito ensordecedor de los combatientes indígenas. En esa batalla fue herido Belalcázar a manos del yasgüen Kaldera, en tanto que, los pubenenses perdieron en el combate sus más valientes defensores en momentos de suprema angustia.

Al final de la batalla, se encontraron tendidos sobre el verde césped miles y centenares de soldados pubenenses, yasgüenes y caribenes principales, así como también miles de guerreros traídos del Perú y el Ecuador, especialmente yanaconas y soldados españoles. Terminado el combate a fines de marzo de 1536 los españoles continuaron hostilizando a los belicosos y altivos indígenas que tan feroz residencia habían puesto a los ejércitos conquistadores.

El cronista Juan Castellanos describe esta batalla, diciendo que: los pubenenses marchaban como germanos y Andagoya; refiere que parecían tropas de Italia en ejercicios militares. Según el diccionario de la lengua, Guazábara significa: algazara, motín. Este nombre se conserva en El Tambo, llano situado a un kilómetro de distancia, al occidente de la población.

Así pagaron con sus vidas nuestros antepasados indígenas con el patriotismo de defender su libertad mancillada enfrentándose a ejército superior en armas. La ingratitud humana no ha levantado un monumento en este sitio en memoria de los caídos por la libertad de América. La batalla de Guazábara fue una de las acciones de guerra más sangrientas e importantes de cuantas se libraron durante la convulsionada época de la conquista española”.

Civilidad: Conflictos siempre existirán, pero hay que detener la violencia antes de que sea peor.

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