Recordando los días felices y los buenos tiempos del ayer; el 5 y 6 de
enero eran festivos con grandes acontecimientos. Lo
recuerdo por la majestuosidad de sus carrozas. Además, por el encanto y el
respeto al momento de poner la pintica de betún y los polvos (talco) con que se
jugaba. Rastreando los inicios del “Carnaval
de Negros y Blancos” estos surgieron de las tradiciones nativas andinas,
africanas e hispánicas. Recordemos que, no obstante, el proceso de
evangelización que vivieron los indígenas ante la llegada de los colonos
europeos durante el siglo XVI produjo que estas celebraciones fueran primero
censuradas y que luego cambiaran de connotación. El origen de los Carnavales, se remonta a la época indígena, ya que
durante el siglo XVI los indígenas de la región celebraban las cosechas con
danzas, música y rituales.
En un principio reconocieron el juego de
negros el día 5 de enero. Se celebraba porque durante la época de la colonia,
los negros pidieron un día libre de esclavitud, habiendo sido concedido por la
corona española. Entonces, tiene su origen en un día de libertad de los
esclavos negros. Desde entonces, cada 5 de enero, los negros danzaban por las
calles, tocando su música. Y, como una forma de apropiarse de su libertad,
pintaban las casas de los blancos de negro.
El origen del día de “blanquitos” es
incierto, pero es sabido que los mestizos quisieron emular a los negros al
verlos gozar con sus danzas rituales con máscaras y cánticos africanos en esa
fecha especial. Fue así como para compensar a los mestizos, mucho después, les
concedieron el día siguiente, para hacer el juego de blancos, donde los
mestizos espolvoreaban a los transeúntes de polvos blancos perfumados. El testimonio
oral cuenta que, quisieron buscar la unidad de las comunidades para
festejar en un solo día, los negritos y blanquitos, pero ello nunca se pudo
conciliar.
Es por esto, por lo que, la fecha oficial del origen del
Carnaval se remonta a finales del siglo XVIII, con el “Juego de Negritos”, cuyo
foco cultural se situó en la ciudad de Popayán, habiéndose extendido a Pasto
entre las décadas de 1880 y 1890. Y, que fue en 1912 cuando surgió el juego de
Blancos, que se empezó a desarrollar el 6 de enero.
Lastimosamente mi bien amada ciudad dejó
que el juego de Carnavales que se jugaba el 5 y 6 de enero en Popayán, los pastusos se
los tomaran como suyos en las calles de su ciudad para coronar a una reina y
bailar al son de mascaradas y comparsas, presentando un documental en el año 2004,
con imágenes fílmicas de los Carnavales Estudiantiles de Bogotá de 1928, dándolos
a conocer como si inicio del festejo sureño se hubiese originado en Pasto. Hoy, por hoy, el Carnaval
de Negros y Blancos es una de las fiestas más importantes del Sur de Colombia. De ahí que haya sido
declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009.
Pero que quede muy claro, el origen fue un "asueto"
a negros, originado en el Gran Cauca, comarca a la que pertenecía Pasto. Es
bueno recordar que en 1607 hubo una rebelión de esclavos en la población de
Remedios, Antioquia, causando miedo entre las autoridades
coloniales. Pues, siendo más numerosa la población negra de Popayán que exigía un día de descanso en el cual, ellos
pudieran ser libres, aunque fuera un solo día. Entonces, para atenuar esa
rebelión de los negros y para conservar la paz social, la Corona Española concedió el día 5
de enero.
Soy un baúl de recuerdos. Y para que conozcan un poco, de quien
esto escribe, orgullosamente nació en el Pabellón Primo Pardo, en el siglo
pasado, un día de negritos, mientras la familia Castañeda hacia su entrada por
el Callejón (Barrio Bolívar) Patojo de nacimiento que con orgullo y con
amor por mi terruño llevo en el corazón. ¡Que vivan los negritos!
Civilidad:
La administración López Castrillón con buen
juicio, prudencia y madurez aplazó las festividades porque, ¡primero la salud y
la vida antes que la diversión y el jolgorio!
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