El diario más antiguo de la ciudad sufre con virulencia los efectos de la crisis publicitaria. La posibilidad de su desaparición, pone en peligro la libertad de información y empobrece la democracia. Así que, el director del Nuevo Liberal, acosado por el desplome de las ventas y de los ingresos publicitarios, decidió poner al corriente a sus columnistas.
Una treintena de columnistas escuchamos
al director, Danilo Reynaldo Vivas Ramos, quien contó las dolencias del
octogenario periódico, el más cercano a la ciudadanía y arraigado a Popayán. Se centró en un mosaico de temas y problemas con las posibles
variables y soluciones de éxito con inserciones publicitarias. Como lo que es
hoy, un periódico digital, al menos hasta el primer semestre del año 2022,
frente a la progresiva caída de ingresos de las mismas, en el periódico
impreso. Su propósito, era informar, si como medio digital de comunicación
emergente, podía llegar a tener una vía de financiación efectiva para transformarse,
gracias a la venta de publicidad. Desde
el inicio del conversatorio, el director Vivas Ramos, dejó la sensación de que este
medio de comunicación en sus manos, no iba a poner en peligro su tradición y,
que pudiera desaparecer. La consigna, era no distraerse frente a todos los
sufrimientos que vengan o se interpongan, luchando hasta conseguir los objetivos,
sin aplicar la eutanasia. Padeciendo con entereza, porque nada es gratis en
esta vida. Si mueren las noticias locales, sucumbe la democracia.
A través de sus largos
años de existencia, el periódico ha jugado un papel fundamental, como defensor
del ciudadano, aportando opinión, análisis y crítica para una sociedad libre,
por lo que, sería muy peligroso que desapareciera. El periódico es una
necesidad sentida en Popayán, para defender los principios democráticos, apoyar
al buen gobierno y mejorar la calidad de vida de los popayanejos a través de la
transparencia; bajo la ética y la moral, de tal manera que, incorpore la
pluralidad, veracidad, equidad e independencia, entre otros elementos. A veces,
en la misión de defender la democracia y el buen gobierno, ha llevado al
periódico a criticar acciones negativas y denunciar las delictivas. Es decir, cumpliendo
la misión orientadora de los ciudadanos, por ende, prioritaria para la Popayán
y el Cauca.
Por eso, hay que apoyar sin reserva, al Nuevo Liberal y, para que la
gente bajo principios iguales pueda participar en forma adecuada en la
política, para que decida con bases razonables, escoger a sus gobernantes,
debatir y discutir en forma libre, con el indio, el campesino, el obrero, el
pobre, la analfabeta en igualdad de condiciones con los demás, teniendo a la
mano, una información disponible para todos sin restricciones irracionales. Todas
estas libertades las requiere la sociedad para poder funcionar como una
democracia, manifestando sus opiniones libremente, en forma oral y por escrito.
Es el derecho correlativo a recibir información, y la razón elemental, del
orden democrático.
Es por eso que, escribo esta columna a
manera de S.0.S., ante la crisis financiera aportada por la reducción drástica
de la pauta oficial de la Gobernación del Cauca y la Alcaldía de Popayán. Tengo
la convicción de que el gobernador Elías Larrahondo y el alcalde de Popayán, Juan
Carlos López, no firmarán el acta de defunción, porque como demócratas que son,
no cejarán en su empeño de lanzar un salvavidas contribuyendo a paliar el
déficit económico del Nuevo Liberal.
Algo similar, le incumbe a la clase
política, para evitar el fin del periódico local, lo que equivaldría a privarse
de un importante altavoz de la acción de Gobierno (o de la oposición) Pues, los
políticos de cualquier color, se verían sumidos en la desolación ante la falta
de información para sus correligionarios. Constituye también, pieza fundamental, las entidades
públicas y privadas como usuarios, y anunciantes para programar y publicar su
pauta publicitaria, sin olvidar que el Nuevo Liberal es patrimonio de los
caucanos.
Civilidad: Con la reciprocidad de
todos, no naufraga el Nuevo Liberal.
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