Escribo
evocando lo que representan las tradiciones más arraigadas en los católicos. Empiezo
por decir que, el pesebre era un recipiente grande y alargado, un comedero para
el ganado doméstico, colocado en los establos donde descansaban los animales. Ese
fue el único albergue que les ofrecieron a José y María,
cuando buscaban espacio para el nacimiento del Niño Jesús. Entonces, el pesebre
representa la humildad del Niño Jesús, que, aunque era la encarnación de Dios
en la Tierra, tuvo que hospedarse en un modesto recinto, siendo su primera
cama, un comedero para animales y no una cuna para humanos, claro indicativo de
su naturaleza y propósito. Pues, en lugar de venir a la tierra en medio de
fiestas y alrededores lujosos, el Rey de la Creación, el propio Hijo de Dios,
nació en el pesebre, en medio
de la Virgen, San José y junto a ellos la vaca, el buey y las ovejas. Conjunto
este que se conoce como "el Santo Misterio". Y significa
el nacimiento de
un Dios-hombre, una persona maravillosa, que era tanto divina como humana. Una
persona preciosa y única; Jesús, que vino al mundo a salvar a su pueblo de
sus pecados.
Otra
tradición mercantilizada de esta época decembrina, con que disfrutamos en
familia, es que, en cada diciembre, para el Día de la Inmaculada Concepción de María,
se debe tener armado el arbolito, decorando la casa para recibir la Navidad,
dejándolo hasta el 6 de enero, el Día de Reyes, cuando todo "vuelve a la
normalidad". Pero,
alguna vez se han preguntado qué significa esta tradición y ¿cuál es
su origen? Independiente del costo comercial que se le imprime con el cambio
anual, de estilos, esferas y guirnaldas de colores, es un hábito también ligado
a la religión, a la esperanza y a la bonanza.
Antiguamente, los germanos estaban
convencidos de que tanto la Tierra como los Astros pendían de un árbol
gigantesco, el Divino Iggdrasil o Árbol del Universo,
cuyas raíces estaban en el inframundo y su copa, en el cielo. Por eso se dice
que ellos, para celebrar el solsticio de invierno, - que se da en esta época en
el hemisferio norte- decoraban un roble con antorchas y bailaban a su
alrededor. Y que, en el año 740, fue
San
Bonifacio, quien derribó ese roble que representaba al Dios Odín, reemplazándolo
por un pino, símbolo de la vida y el amor eterno de Dios. Árbol que adornaron con
manzanas, que para los cristianos representaba, las tentaciones, y las velas
que simbolizaban la luz del mundo y la gracia divina, además, su forma de
triángulo representaba a la Santísima Trinidad.
Civilidad: La
Navidad y sus costumbres, simbolizan la unidad familiar
con la presencia de nuestros seres queridos alrededor de todos estos ritos
navideños.