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domingo, 31 de enero de 2021

Dinámica histórica de Popayán


 

En Popayán podemos visitar: museos, teatros, y puntos de interés cultural y artístico. El lugar cultural más importante de la ciudad es el Centro Histórico; pero podría tener una mejor y amplia oferta para cualquier tipo de público, todos los días de la semana con actividades diversas.

El Centro Histórico, cuenta con una extensa muestra patrimonial y religiosa, evidenciando la historia de la ciudad. Así mismo, de las tradiciones, costumbres y prácticas religiosas pudiéndose admirar la arquitectura, el valor cultural y religioso de los principales templos e iglesias. Tiene, además, plazuelas y plazoletas, donde podrían converger varias prácticas internacionales. La gastronomía es el mejor ejemplo de ello. Popayán, primera Ciudad de la Gastronomía de la UNESCO desde el 11 de agosto de 2005. Sin embargo, carece de un plan de renovación para fomentar el turismo y el desarrollo económico. Pese a las medidas de protección, posee áreas subutilizadas y deterioradas.

Mi propuesta innovadora tiene como objetivo regenerar el tejido social, económico y urbano del marco histórico a partir del reordenamiento territorial mediante políticas que promuevan nuevos usos de los espacios públicos. Mi invitación es convertir el centro en el eje potencial de generación de empleo. El reto es impulsar el desarrollo económico de la ciudad, mediante la regeneración urbana, incorporando principios socialmente incluyentes y ambientalmente sostenibles. Planteo un Plan de Revitalización del Centro Histórico como estrategia para incrementar el capital social de la ciudad.

Durante los últimos 40 años, Popayán ha sufrido una crisis multidimensional siendo evidente la desorganización, resultado de ello son los edificios abandonados, desarticulación de usos y funciones urbanas, mala utilización y degradación del espacio público, altos índices de inseguridad y comercios que dejan de funcionar.

No se requiere mucha inversión para revertir la crisis multidimensional de ordenamiento territorial; en una propuesta de desarrollo urbano participativo, transparente y socializado. Se trata de impulsar la política urbana, con lineamientos claros y específicos, y con el resultado de una visión comprensiva de la problemática.

La polémica sobre las estatuas, su rechazo y hasta su destrucción, es de vieja data. La dinámica histórica de Popayán siempre ha estado caracterizada por el conflicto, destrucción y nada de innovación. Es   ingenuo pensar que no podemos imponer el preservacionismo, (apoyarnos entre nosotros mismos para poder cuidar lo que tenemos) sobre esta dinámica. Hay que hacer algo en este propósito. A lo largo de la historia, hemos sufrido irreparables pérdidas de monumentos o joyas arquitectónicas, por factores diversos: abandono, desastres naturales, o por falta de criterio para valorar el legado de nuestros mayores. Las estatuas dedicadas a la memoria de héroes, están deterioradas y grafiteadas. Su rechazo y destrucción, es la moda. Lo ideal es la preservación de los monumentos como fuentes históricas en términos totalmente aislados de lo ideológico. Toda estatua debe respetarse, en su integridad material, pero no en su inamovilidad. Popayán conserva estatuas de personajes históricos controvertidos; son archivos simbólicos que reflejan el espíritu de decisiones pasadas. Por ello, no es legítimo derruirlas; pero, reubicarlas si es políticamente correcto.

En el amanecer de una nueva era, peatonalizadas las calles adyacentes al Panteón y, en contorno a la plaza de Caldas podrían reubicar allí, las estatuas de próceres dispersas por la ciudad, a las que ya nadie reconoce, antes de que los vándalos las arranquen de sus pedestales. Repensemos la ciudad y su plaza principal. En la plazuela de San Francisco reasentar a Sebastián de Belalcázar y en el Morro de Tulcán la efigie del cacique Payán.

Civilidad: Visibilizar las estatuas para recontar la historia olvidada a los lugareños y despertar curiosidad en los fuereños.

domingo, 24 de enero de 2021

Virtualidad, cuerpo y vacunas

 

Las nuevas dinámicas sociales están generando otras que conllevan cambios actitudinales y de pensamiento. Habilidades humanas, técnicas y tecnológicas, hacen que el mundo y la vida sigan su curso. Traen consigo también, una nueva ola de fantasía e imaginación acentuados por la virtualidad. Sacerdotes acoplados al celular celebran eucaristías. En plataformas digitales hasta hace poco extrañas docentes, estudiantes y padres de familia asisten a clases virtuales. Vía internet propician procesos de cambio y adaptación para comprar y vender productos y para pagar servicios.  El mundo cambió gracias a la pandemia, y esa transformación es mediada por la virtualidad. Hoy, es muy dificil concebir un hogar sin internet o un usuario de celular sin programas o aplicaciones y sin acceso básico a redes sociales.

Ya no podemos vivir sin ese celular con programas o aplicaciones espía (conocido como spyware) que están al alcance de cualquiera, tanto para Android (mucho más extendidas) como para iPhone (requiere jailbreak). Nos espían “todo” lo que hacemos en el teléfono. Somos esclavos de ese satanás llamado celular. No hay en el mundo quien no lo use, día y noche. Es el impulsor o cómplice extracorporal del plan de control de la población.

Desde el inició de la carrera por la vacuna contra el coronavirus, en redes sociales circulan rumores y conspiraciones en relación al proceso de vacunación. No hay tal que preparan la implantación en el cuerpo de un microchip en la futura vacuna contra el coronavirus para controlar a la población con fines políticos y económicos. Es imposible tecnológicamente y también desde el punto de vista de los controles sanitarios. Las tecnologías actuales, los controles legales y sanitarios internacionales no permitirían introducir al cuerpo un chip en las futuras vacunas contra la COVID-19, pese a los mensajes difundidos en redes sociales y otros medios que denuncian esta operación como un plan en marcha para el control de la población.

La velocidad por desarrollar una vacuna contra el coronavirus, que involucra a centros de investigación, laboratorios, organizaciones e instituciones de numerosos países, ha dado pie a diversos mensajes y declaraciones públicas que advierten sobre un supuesto objetivo oculto de implantar en las vacunas un microchip que manipule a la población mundial con fines políticos y económicos.

Hay mensajes de conspiración que se han hecho virales en Facebook y Twitter alertando sobre la introducción en las futuras vacunas de un chip con nanotecnología de ADN "que puede controlar la actividad cerebral, el sistema nervioso y el sistema endocrino". Dizque con el objetivo de garantizar la sumisión de todos los vacunados a un nuevo orden político y económico. En realidad, es imposible implantar un microchip en una vacuna. Tecnológicamente sería inviable, pero, aunque no lo fuera, los controles legales y sanitarios nacionales e internacionales lo impedirían casi con total seguridad, según los expertos.

Desde el punto vista sanitario, introducir un chip en una vacuna es "prácticamente imposible" por los controles sanitarios y legales que debe superar hasta ser administrada a la población, ha explicado a EFE el doctor Amós José García Rojas, jefe de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario y presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).

La preparación de una vacuna es "un proceso extremadamente riguroso y complejo", ya que, a diferencia de otros fármacos, su objetivo no es reparar daños, sino prevenirlos, advierte García Rojas, e insiste en que sería prácticamente imposible introducir un dispositivo electrónico "porque las vacunas son supervisadas y controladas por organismos internacionales".

"No tiene sentido hablar de las vacunas como un instrumento de control cuando lo que consigues con ellas es evitar que haya más enfermos" advierte además el doctor García Rojas, quien lamenta que se difundan este tipo de mensajes "por el impacto tan negativo que generan en la sociedad".

"No se puede crear una vacuna sin la fiscalización de una autoridad estatal que es vinculante y está respaldada por leyes estatales y europeas; es algo que está penado con cárcel, no se puede hacer", recalca la doctora Montoya, antes de añadir: "Y tanto instituciones públicas como empresas privadas necesitan esa autorización, en un proceso en el que se discute y se examina cada coma".

Producir una vacuna es por tanto un proceso "largo y complejo", que puede llegar a durar hasta una década, si bien la investigadora del CSIC puntualiza que, en el caso de la COVID-19, se está intentando "acortar plazos" gracias a la cooperación internacional entre científicos.

Por tanto, "el proceso global se ha acortado, pero las fases no, se hacen en paralelo para ganar tiempo", precisa esta investigadora, quien insiste en dejar claro que "hay que cumplir la ley, que tiene muchos requerimientos de seguridad".

Y reflexiona asimismo sobre la teoría conspirativa de los chips: "Contenidos como este nos hacen pensar que tenemos que divulgar más la ciencia, dar a entender a la gente cómo son los procesos científicos y qué requerimientos necesitan".

Por último, ¿sería posible idear un dispositivo tan pequeño que pudiera inocularse dentro de una vacuna? Al día de hoy, es imposible, según el especialista en tecnología sanitaria Juanjo Tara, cofundador de la empresa DSruptive, que ha creado un implante subcutáneo con tecnología NFC para pagar determinados servicios y controlar algunas constantes sanitarias.

"La unidad mínima de computación, que es un transistor, tiene un tamaño de 7 nanómetros, pero para hacer algo que pueda rastrearte necesitamos miles de transistores juntos; ya sería demasiado grande y necesitaría una antena, sería algo que podrías tocar", explica a EFE este experto. Con ese tamaño, no podría ser inoculado dentro de una vacuna”.

Civilidad: Vacunarse es inevitable para salvar muchas vidas.

domingo, 17 de enero de 2021

Popayán no volverá a ser la misma



 Nunca, jamás lograremos ponernos de acuerdo para definir la ciudad de hoy. La idea de ciudad mantendrá una definición polisémica compleja a lo largo de los años.

Son diversas las formulaciones y heterogéneos los criterios contemplados a la hora de definir a mi bien amada Popayán, entre otros: colonial, turística, “antigua”, universitaria, “moderna”, contemporánea o si se quiere atrasada. Colóquele el adjetivo calificativo que quiera para encontrar el resultado explícito de la descripción de la ciudad en este momento y contexto histórico concreto; pero su valoración mantendrá siempre cierta confusión. Precisamente por eso no ahondo en los matices que podrían derivarse de los campos conceptuales enunciados. Lo que interesa es proponer una definición de la ciudad como realidad social, como realidad del espacio social y como forma del asentamiento de la comunidad. Al considerar la ciudad, como comunidad, tiene una expresión material el urbanismo; es decir, que las comunidades sociales ciudadanas se asientan en espacios estructurados de forma urbana para hacerla, construirla, destruirla o modificarla. Pero, el egoísmo, la rivalidad y la vanagloria destruyen la unanimidad y la concordia, que son las bases de la convivencia de la comunidad.

 Al entender la ciudad como comunidad humana, subrayo que, como comunidad humana, observada y analizada desde una perspectiva funcional o vivencia, cuenta con lugares donde se hacen realidad las prácticas sociales. O sea, con lugares sociales donde se efectúan las actividades que involucran a mujeres, hombres y objetos materiales, donde se realiza el trabajo (económico o político-ideológico), donde se usan, consumen, disfrutan o sufren los productos y donde se establecen las relaciones entre sujetos.

La comunidad de la Popayán de hoy, al igual que otros contextos de relaciones sociales, tiene sus propios espacios, su propia estructuración del espacio social. Y si para la ciudad esos espacios son los espacios urbanos, para los grupos domésticos, por ejemplo: sus espacios habitados son espacios de socialización: los edificios, las unidades multifamiliares a donde los mismos realizan sus prácticas sociales. Desde luego, el espacio público, es el componente esencial en la configuración de la ciudad.

Popayán siempre ha sido contemplada a lo largo de la historia en contextos de relaciones en los que se habría hecho realidad el trabajo especializado, donde las actividades desarrolladas en una sociedad habrían llegado a ser ejercidas por sumisos que dedicaron su tiempo a determinado tipo de trabajos y no a otros. Como producto de su amplia tradición, aún se conservan innumerables costumbres, producto de la fusión de la cultura española, indígena y afrodescendiente. Aunque todavía siguen vigentes, han sido cambiadas en forma y fondo.

Los criterios de los poderes españoles para establecer las jurisdicciones políticas, eclesiásticas y administrativas no se dieron en relación con unos espacios vacíos, sino que habrían tenido que contar con estas dinámicas territoriales de origen precolombino. Y esa sería justamente la razón por la cual la Provincia de Popayán, tan diversa geográfica y culturalmente, habría logrado consolidarse como una unidad a partir de la pluralidad. La historia muestra la actividad que desarrollaron los hombres que, de una u otra manera, se comprometieron con la creación de la sociedad, la economía y el Estado regional. Solo basta rastrear los personajes que hicieron del Cauca la región colombiana más importante del siglo XIX. Indagar sobre sus ascendientes, nos ofrece también, una abundante información sobre las biografías de los más sobresalientes hombres de la colonia. Sobra decir que, sin este trabajo, y debido a las vicisitudes que han sufrido los archivos, hoy sería prácticamente imposible reconstruir las actividades de los más destacados personajes de esta región.

Concretamente, Popayán acogía a sectores dedicados a ciertas tareas, mientras que el campo pasaba a ser el ámbito de otros trabajos especializados. La ciudad acarreaba la división en una sociedad entre trabajos urbanos y trabajos rurales, entre un mundo urbano y un mundo rural. La ciudad se asociaba a una determinada idea de reparto del trabajo, que se entendía como la base de la fractura social más importante ocurrida en la historia

 

Popayán, nunca volverá a ser la misma. De allí que, sea necesario acabar con esa visión cerrada y finalista de la ciudad, de la ciudad como espacio de poder, de la ciudad como realidad sin futuro. La ciudad está por hacer, construyéndola colectivamente y sin fragmentaciones que separen a la colectividad. Si las condiciones materiales objetivas permiten su construcción y si las voluntades se orientan adecuadamente en provecho de la totalidad de la comunidad. Todavía es posible resolver la especialización (la división de tareas) en beneficio de las comunidades humanas que habitan la ciudad. Es posible crear espacios sociales por y para las mujeres y los hombres que habitamos los barrios; eso sí, dejando el Centro Histórico intacto. Aún es posible un urbanismo unitario reclamando la recuperación de los espacios sociales para la vida cotidiana.

Civilidad: Popayán debe ser un espacio funcional donde sus habitantes satisfagan las necesidades de vivir, trabajar, desarrollar cuerpo y mente

sábado, 9 de enero de 2021

¡El negocio más grande del mundo!

 

Desde Don Toribio Maya, Popayán no había tenido un secretario de salud de la talla del actual: camellador, “un tractor”, sin importar hora, lugar o calendario atiende a los más desvalidos de la fortuna. Hoy entrevisto a ese apóstol de la salud, al Dr. Oscar Ospina Quintero.  

 HD. ¿El virus es real, pero manipulado en un laboratorio?

OOQ: Hay muchas hipótesis: guerra biológica, conspiración internacional de China contra USA, manipulación de las farmacéuticas. En todo caso la situación no da para debates ideológicos, lo cierto es que el virus existe y enferma y mata y eso es lo que nos debe interesar a quienes tenemos estas responsabilidades públicas de dirección del sistema de salud en Popayán

HD. ¿Nueve meses de genocidio y aún no hay una luz en el camino?

OOQ: Ha muerto mucha gente que no debió morir por una enfermedad que es fácilmente evitable. Y todos estamos aprendiendo cómo enfrentar este problema complejo. El mundo científico también avanza, más rápido que en otras épocas y nos corresponde caminar a este ritmo. Hay esperanza en cerca de 200 vacunas en desarrollo y en tratamientos eficaces para este coronavirus.

HD. ¿Hoy toda gripa puede considerarse Covid 19?

OOQ: Así es. Si hay síntomas de gripa es sospechoso de Covid19 y debe aislarse

HD: 1.700´000, fallecimientos en el mundo y la ciencia no se une para salvar a la humanidad. ¿Es un negocio?

OOQ: Es una desgracia humana. Toda muerte evitable es una grave falla de los sistemas de salud y el derecho a la salud está por encima del derecho a la economía

HD: La OMS, desde un inicio dio muestras de inseguridad y dependencia política ¿Perdió prestigio la OMS?

OOQ: Este es un debate mundial inacabado. El debate ético sobre la financiación de la OMS con recursos de multinacionales farmacéuticas y de biotecnología médica, genera sospechas.

HD En Colombia, se expenden brebajes, esotéricos, fraudulentos que no controla el Invima ¿Cómo creer en esta institución?

OOQ: Hace falta inspección y vigilancia. La fe en los tratamientos ancestrales o populares no es fácil de regular y controlar

HD: En Colombia, nunca había habido tanto dinero para la salud, ¿por qué no se dedica una buena parte a la investigación?

OOQ: La pandemia nos desnudó el profundo atraso en investigación en muchos frentes y de la precaria inversión en este campo. El Estado-Gobierno debe asignar mayor presupuesto a la educación superior y a la investigación. Colombia solo gasta 0.5% de PIB en investigación, una vergüenza mundial, no podemos hacer ni una jeringa

HD: El Covid 19 es un virus letal, sin embargo, es fácil de combatir, ¿pero la indisciplina social alimenta el contagio?

OOQ: El comportamiento individual es vital en esta pandemia, porque la forma de transmisión del virus es de persona a persona. Te cuido, me cuidas. Reciprocidad humana para el cuidado colectivo

HD: Todas las vacunas contra el Covid 19 son experimentales y con efectos colaterales ¿Estaremos frente a otro riesgo? ¿Será peor el remedio que la enfermedad?

OOQ: Todos los medicamentos tienes efectos adversos. Las vacunas contra la Covid-19 hacen uso de nuevas tecnologías y son más seguras, con menos efectos adversos. Lo más esperanzador que tenemos en este momento en el mundo, para pasar la página de esta pandemia, es la vacunación de al menos el 70% de la población.

HD: ¿Esta pandemia no es el negocio más grande del mundo?

OOQ: Esta pandemia es el problema de salud pública más complejo que se ha presentado en los últimos 100 años y sin duda se han beneficiado algunos sectores: los bancos, las farmacéuticas, las multinacionales de tapabocas, ventiladores, guantes y otros

 Civilidad: Cuidarse es la mejor opción para prevenir el contagio del virus que sigue vivo cobrando muchas vidas en el mundo.

         

 

 

domingo, 3 de enero de 2021

Gobernar no es fácil

 

Si algo debe quedar claro en este escrito, es que el poder es efímero, y que no es fácil gobernar. Se comprueba a diario en las noticias alrededor del mundo donde los gobernantes se hunden o están en aprietos. Es tan preocupante la situación que fortalece los autoritarismos y debilita las democracias.

Por eso, quienes aspiran a gobernar deben entender que los paradigmas cambiaron a grandes velocidades y los nuevos líderes deben estar en sintonía con las necesidades, expectativas y reclamos de la sociedad. No es fácil gobernar con las redes sociales encima y un celular a la mano. Los distintos sectores sociales tienen una capacidad de movilización que nunca habíamos imaginado y que ponen en jaque a los gobiernos, como está sucediendo en América Latina, Europa y Oriente Medio.  Si a esto le sumamos el profundo desengaño hacia las instituciones y el rechazo a esas clases dirigentes que han sido corruptas o incapaces de resolver los problemas estructurales de sus gobernados, estamos ante un gran desafío para quienes aspiran a tomar las riendas de la política. Esa combinación de rabia con el poder, alta conectividad, incertidumbre en lo económico y el temor a perder las conquistas sociales se convierte en un coctel molotov para quienes aspiran gobernar.

En mi Colombia, con el folclor que nace de sus regiones, su música, cuyas notas nos inundan y hacen que nuestra identidad nacional surja con orgullo y amor patrio. ¡Me eriza la piel! Siento que te quiero con todas mis fuerzas, y solo deseo que, así como te quiero, te quieran todos tus hijos. Mi Cauca de tan compleja historia de despojo y de conflicto armado que no cesa, hacen difícil hacer justicia y restituir. Popayán, mi patria chica, si todas las personas nos aferráramos al concepto por un sentido necesario de pertenencia al suelo que nos vio nacer o al que nos ha acogido para vivir y que tanto nos ha dado, otro sería su devenir.  
Colombia es un país de regiones que ha construido su identidad nacional desde el territorio, donde las expresiones culturales y las necesidades sociales han desbordado la capacidad del Estado. No solo por su historia y geografía, la región se volvió determinante en el desarrollo del país, por su presente y por su futuro. Entonces, si Colombia quiere volverse un país más competitivo debe reinventarse desde las regiones.
El territorio es la razón de ser, es factor diferencial que le da a su labor un mayor impacto que a la de cualquier funcionario del orden nacional. El alcalde, funcionario de elección popular que tiene una relación más directa con el ciudadano, y el gobernador quien articula y pone a trabajar juntos a municipios que comparten una misma realidad geográfica. ¿Quién mejor que ellos para conocer los problemas de la región?

Nuestros mandatarios, el destacado afrodescendiente, Elías Larrahondo y el alcalde Juan Carlos López, han tenido la capacidad de definir el rumbo y de motivar a sus ciudadanos a seguirlos. Son visionarios, no hay duda, son convincentes, carismáticos y buenos comunicadores, con el conocimiento técnico suficiente para comprender el funcionamiento del Estado y para traducir sus propósitos en hechos. Supieron reaccionar ante situaciones imprevistas, pero también con capacidad para adaptarse, para planear a largo plazo y hacerlo con la cabeza fría.

En síntesis, cuando se tienen tantas responsabilidades que terminan incidiendo en la calidad de vida de mucha gente, el trabajo es muy intenso y con demasiada frecuencia sin horarios. Pero este tipo de labores dan grandes satisfacciones que a veces compensan las frustraciones que siempre surgen. Pero, también han sido víctimas de la incomprensión de muchos, pues las limitantes con que se enfrentan para hacer todo lo que quisieran son muchas.

Los ciudadanos vivimos en medio de una atmósfera general que se podría llamar “malestar en la democracia”. Es pues, una percepción con base en la opinión pública sin análisis que hace crecer la indignación, lo cual no es una novedad. Es como una aceptación a regañadientes, una especie de consentimiento resentido de la democracia, cuando no de un abierto desinterés o rechazo

En cuanto a la pandemia del Covid-19, la estrategia epidemiológica de los gobiernos nacional, departamental y municipal ha sido muy acertada y en línea para tratar de minimizar el número de infectados para evitar el colapso del sistema de salud. Se ha promovido que todos, autoridades y ciudadanos, mantengamos intensamente tres valores: solidaridad, colaboración y disciplina.

Civilidad: Aquí no hay espacio ni para egoísmos, ni para egos, ni para disputas ¡vamos a salir adelante!