El gobernador del Cauca, Dr. Elías Larrahondo, fue
elegido con una votación de las más altas en la historia, superando por más de
30 mil votos a su inmediato contendor. Ha gobernado sin abominaciones ni
denuestos, mediante diálogo y concertación. Es el primer negro en regir uno de
los departamentos más violentos del país, donde los grupos al margen de la ley se
acentuaron desde hace más de 70 años. Sin
embargo, el Dr. Elías Larrahondo ha tenido gobernanza, pese al estallido social que le tocó afrontar. En los días
que corren, estamos en una verdadera paradoja con marchas y protestas.
De allí que a escasos 14 días de elegir al nuevo gobernante,
es justo reconocer su gestión administrativa. Riñen
con la verdad quienes afirman en forma maledicente que hay
desgobierno en el Cauca.
Son los indígenas, quienes, con sus habituales
bloqueos a la Panamericana, han arrodillado a siete presidentes y 31 ministros
del Interior, incluido el actual, Luis Fernando Velasco, para que aceptaran sus
exigencias. A los indígenas no les ha interesado ese cargo. Pues, con el Taita Floro
Tunubalá, obtuvieron esa dignidad, mediante el voto popular directo, sin que hubieran
logrado los beneficios que obtienen bloqueando la vía Panamericana. De por sí, ellos
tienen más poder que un gobernador. Cuando los indígenas sienten que las pautas multiétnicas e igualitaristas
de la Constitución de 1991 no se están cumpliendo, se organizan y empiezan a
protestar bloqueando la neurálgica vía Panamericana. De allí que, los miembros
de la Minga —con sus bastones de mando al hombro y su himno cumbiero que reza:
"defender nuestros derechos así nos toque morir", se enfrentan a
todos los gobiernos. Así han conseguido todo a fuerza de lucha: salud, educación, no pagan impuestos, no
prestan servicio militar y, aunque sus tierras están llenas de coca, no contentos
con eso, salen a destrozar
y a bloquear vías.
Ante tantos problemas,
sin soluciones y pocas oportunidades, protestar y vandalizar no es suficiente. Si
bien la democracia es un sistema político social frágil, también es fuerte, en
una especie de paradoja que no es fácil de explicar. Entonces, lo que exige esta débil democracia, es la participación
masiva del electorado bien informado para elegir al mejor. La solución es votar
masivamente en las elecciones, para salir de la confusión, el
miedo y la frustración, con la esperanza de consolidar la democracia.
¡Quien dijo que gobernar es fácil! En
términos pragmáticos, para generar condiciones de gobernabilidad y gobernanza,
se requiere equilibrio entre la demanda social y la oferta Estatal, cosa nada
fácil en este país con problemas represados de pobreza y alta corrupción. Y
aunque la paz sigue muy enredada, cualquier camino que se adopte, si se
aspira con un mínimo de seriedad y eficacia, no deben dejar por fuera el
fortalecimiento de las fuerzas del orden, son también colombianos que arriesgan
su vida todos los días.
Es
arduo gobernar, pues, la ciudadanía, se está educando, aunque lentamente, cada
vez exige más. Entonces, la solución es, decidir sobre la base de datos y
evidencias para escoger gobernantes probos y eficientes. Apartándonos un poco
de la militancia y los méritos partidarios, hay que tener en cuenta la hoja de
vida y el buen comportamiento de los candidatos que avale las características,
no solo las que están relacionadas con la preparación y la capacidad sino
también las éticas y actitudinales que reclaman los votantes, En esa
alternancia del indígena, y el negro, pareciera que el siguiente período le
corresponde al campesino nacido en la estrella fluvial del Macizo colombiano, al
estilo del Dr. Octavio Guzmán. En una
síntesis de su hoja de vida, se destaca su responsabilidad, dedicación por su trabajo social, liderazgo
y empatía. Es abogado de la Universidad del Cauca, especialista en Derecho Administrativo con 20 años de
experiencia en la administración pública.
Ha ejercido como asesor jurídico de varios municipios y entidades
públicas. Se desempeñó como alcalde de la Vega, su tierra natal. Además,
ha sido secretario general y secretario de educación y Gobernador (E) del
Cauca.
Civilidad: Consolidar
la democracia, está en la conciencia política de cada ciudadano. El voto es una condición necesaria para
que el sistema político sea democrático.
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