Para deliberar sobre las
características del voto como instrumento de la democracia, digamos que, durante el siglo XIX y gran parte del XX,
Colombia no tuvo sufragio universal. Los esclavos, analfabetas y gente de
escasos recursos no podían ejercer el derecho al voto. Quienes sí podían votar
eran los hombres mayores de edad, a los 21 años, casados y con propiedades a su
nombre. En 1853 no hubo grandes cambios. Los hombres casados y mayores de edad
votaban de manera directa y secreta para escoger presidente, vicepresidente,
magistrados de la Corte Suprema de Justicia, procurador, gobernadores,
senadores y representantes. Sin embargo, el sistema electoral seguía siendo
poco flexible y condicionante.
Así que, el representante del partido
conservador, Mariano Ospina Rodríguez, fue el primer presidente de la República
de Colombia electo por voto directo y secreto, ejerciendo su mandato entre 1857
y 1861, permitiendo que la hegemonía conservadora se apoderara del poder. No
obstante, en 1863, se llevó a cabo una nueva reforma constitucional donde se
estableció que cada estado federal tendría derecho a instaurar sus propias
reglas electorales. Esta constitución exigió que los votantes hombres debían
saber leer y escribir. Además de implementar un tope de ingresos anuales mayor
a $500 o en su defecto poseer propiedades cuyo valor superara los $1.500. De
esta manera eligieron a sus sucesores: Bartolomé Calvo y Tomás Cipriano de
Mosquera.
En 1910 volvió a establecerse la elección
directa de presidente de la República y en 1936, el sufragio universal se
implantó para todos los hombres. Fue entonces, solo hasta 1954 que se otorgaron
por primera vez los derechos electorales a toda la población, sin
discriminación y, con el
plebiscito de 1957, por primera vez, las mujeres ejercieron su derecho al voto.
Hay que recordar que lo interesante de este momento en Colombia, es que en unos
departamentos las mujeres fueron las que más votaron, haciendo histórico el
momento por el rol que jugó la mujer en dichas elecciones.
Los componentes clave de la abstención en
Colombia siempre han sido: la falta de
confianza en las instituciones, corrupción o fraude electoral, falta de
representación política, ausencia de beneficios, falta de veeduría -control-
Con el pasar de los años, la confianza que tienen
frente a la Organización Electoral, frente al proceso electoral y la percepción
sobre la transparencia en el conteo de votos, los colombianos siguen teniendo una
confianza parcial, no se confía en la Organización Electoral. Aunque, la
Registraduría ha mejorado, aún hoy, todavía presenta como punto álgido de la
votación, el escrutinio de mesas, luego escrutinio municipal y finalmente
departamental, lo que implica la intervención de muchas personas y la
realización de muchos procedimientos que, si bien se han ido mejorando, deben
ser susceptibles de nuevas implementaciones tecnológicas para garantizar aún
más la transparencia del proceso.
Llegó
el día de la cita electoral, y como ciudadanos debemos hacer una evaluación
objetiva y desapasionada de las propuestas de quienes se postularon. Hay que
seleccionar muy bien, porque son más los politiqueros que los políticos, y
porque son las barrabasadas que dicen que los programas de gobierno de los
candidatos. Así que, la información, propuestas
y programas de gobierno, deben resistir la evaluación frente a las normas
vigentes, para oxigenar y enmendar la democracia, para superar la violencia y
reconstruir el tejido social con el propósito de hacer posible una convivencia
sana.
Hoy
sin duda, con responsabilidad debemos elegir bien para votar y botar sin
dejarse engañar, sin insultos electoreros, desdeñando la politiquería y los
politiqueros. Enfrentemos sin
vacilaciones los vicios de la política que avasallan en gran medida las
decisiones y acciones de gobierno en bien de todos. No dejemos entretejer ni entronizar la
corrupción. Llegó el momento de darle la oportunidad a la honestidad, a las
ideas, liberándonos de las ataduras de aquellos que han convertido nuestro
sistema político en un negocio como aquellos que tienen el hábito de llenar sus
bolsillos con dineros de la reposición de votos ¡Con votos responsables elijamos
bien!
Civilidad:
Ciudadanos,
el futuro de Colombia y de la democracia está en sus manos. Hoy 29 de octubre, con
responsabilidad, su deber es elegir para votar y votar para elegir bien.