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domingo, 15 de enero de 2023

Bienvenido 2023

 


Sin equívoco, el 2022 no será un año para olvidar fácilmente. Terminó lleno de ajustes. En el mundo, en nuestras vidas personales y laborales hubo cambios.  Pero, faltan muchos más. En mi opinión la normalidad no ha vuelto. El año que empieza continúa pendiente de la pandemia global, que ojalá llegue a su fin. Sin olvidar el otro dilema delicado del mundo, cerrándole la puerta a esa ofensiva mundial desatada por Rusia y Ucrania, pues no hay un solo país en el mundo que no se vea afectado económicamente por ese conflicto bélico iniciado por el presidente ruso, Vladímir Putin, desde el pasado 24 de febrero del 2022

En el ámbito nacional, el gobierno del cambio no tiene marcha atrás, fue lo que se decidió en las urnas y punto. De allí que los diferentes partidos, grupos políticos y gremiales ya deben superar esa desconfianza que ha enmarcado sus relaciones. Como demócratas, se espera que en rápidos consensos logren concretar iniciativas para flexibilizarlas en bien de la comunidad. Es necesario que el temor ceda, que el egoísmo condescienda espacios de solidaridad en el comportamiento de nuestra sociedad. Que, con prudente ilusión, se confundan en un haz de esperanzadoras señales de cambio y que el odio pase a la historia con el año viejo. Que Colombia alcance el propósito exitoso de trabajar unidos para lograr objetivos comunes y, que muchos de los problemas que hoy como sociedad nos afligen sean solucionados. Que la mayoría de actores involucrados en conseguir la paz y la reconciliación, decidan sin las ataduras de las mezquinas agendas individuales.

Al arrancar un año nuevo, en el ámbito regional y local, démosle la bienvenida a todo lo que está por llegar. Nos espera la elección de autoridades locales, el 29 de octubre de 2023. Serán elecciones de alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, y ediles de las JAL. Proceso electoral, que no debe ser usado por los aspirantes a esas dignidades para denigrar de los mandantes que terminan su periodo.   Que ese tema no sea su caballito de batalla. Lo que necesita el Cauca y Popayán, son propuestas y muchos recursos económicos. Se requiere mucha inversión en el municipio de Rosas para atender el desastre natural que afecta negativamente a la vida, al sustento de la sociedad humana y a los animales que habitan en ese lugar. 

No faltará el escéptico que pregunte: ¿bueno y como se logrará esto? porque acostumbrados estamos a mirar al otro como nuestro enemigo, al hombre como lobo del hombre como dijera Rousseau, por lo que es muy dificil cambiar esa partecita de nuestra naturaleza animal. La dirigencia local debe olvidar esa fea costumbre de sus campañas para difamar, calumniar, de todo aquello que nos genera inconformismo, como método para conquistar a electores.

Esperamos que en el año que apenas se inicia y que corre veloz, tomemos la decisión de volver a comprometernos como buenos ciudadanos. Sin importar lo duro que haya sido el año pasado; siempre se puede empezar de nuevo. Nunca es demasiado tarde para cambiar nuestra actitud para encontrar las oportunidades escondidas en cada nuevo día. Como ciudadanos de bien, manejemos el timón de nuestro mundo emocional lleno de optimismo inteligente, con la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable.

Civilidad: Es necesario hacer un balance, porque muchas veces pensamos que todo va mal cuando no es así.

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