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sábado, 15 de octubre de 2022

¡Tierra, Tierra a la vista!


 España se adentró al océano buscando rutas inexploradas para obtener grandiosas ganancias, porque la guerra con los moros le había dejado inmensos costos financieros. Por ello, el navegante genovés Cristóbal Colón zarpó del puerto Palos de Moguer en sus tres carabelas con un centenar de hombres en busca de la India. Rebuscó marineros entre cárceles y mazmorras, con la mención fiable de que la tierra era esférica y no plana como creían por el temor de caer en un abismo profundo. La reina Isabel de Castilla, apoyó y financió la expedición de Colón, imponiéndole un Tribunal de Cuentas, para no permitir la mínima desviación de recursos económicos, en medio de tantos rufianes juntos.

¡Tierra, tierra a la vista!  Frase controversial si fue del vigía Rodrigo de Triana o del almirante Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492. Episodio de la historia conocido como el “descubrimiento de América”. Institucionalizado, con la intención de reivindicar valores nacionalistas con orgullo centrado en el mestizaje, suponiendo que el origen de la magnanimidad y civilidad nacional se encontraba en la raíz europea, dando así, cabida al mestizaje. En tal denominación, historiadores aún chocan en grave problemática, reduciendo, simplificando o invisibilizando la complejidad de las relaciones sociales y de poder que surgieron con la venida de los conquistadores españoles.  Además, de invalidar la existencia de una historia, un territorio y una civilización previas a su llegada. 

“Los indígenas del continente que habían permanecido desconocidos para los europeos, sólo entran en escena cuando se afirma que ‘son descubiertos’, ‘son conquistados’, ‘son cristianizados’ y son ‘colonizados’”, Miguel León-Portilla, así lo señala en su texto: “Encuentro de dos mundos”. Describe que la “historia universal” y en opinión de algunos filósofos, con respecto a los habitantes del “Nuevo Mundo”, califican a los indígenas como “primitivos”, “casi animales” e “incapacitados”. León-Portilla alerta sobre un sesgo, por la forma en la que se construye el conocimiento sobre el continente americano y sobre lo que se ha denominado “el descubrimiento de América”. Por ello, invita a la reflexión sobre la forma en que se narra y se explica esta parte de la historia. Se trata del “encuentro de dos mundos”, diciendo que, a raíz de la llegada de los españoles a América, se dio cabida al proceso de “la fusión de pueblos y culturas”, así como “intercambios de todas clases”. Tiene en cuenta a todos los participantes de dicho proceso: pobladores indígenas, a los africanos traídos a estas tierras y a los conquistadores españoles. Y puntualiza que el “encuentro” también hace alusión con el “contra”, teniendo como significado “choque”, “enfrentamiento” y “lucha”, referenciado a la invasión, sometimiento, explotación y asesinato de indígenas y, a la resistencia de dichos pobladores. 

El escritor Edmundo O ‘Gorman, también analiza el descubrimiento con una mirada poco convencional, opuesta a la de León-Portilla, pues, en las propias palabras del historiador, “sembró el caos”, poniendo en duda las interpretaciones históricas tradicionales del arribo de Colón a América. Simplemente, porque América no fue descubierta, pues América no existía. Insiste que, América no fue descubierta, sino que fue inventada, por lo que para el historiador es preciso reconstruir la historia, pero no del descubrimiento de América. 

Nos enseñaron que América se hizo patente como consecuencia de su descubrimiento, idea que ha sido aceptada como algo de suyo evidente, constituyéndose, hoy por hoy, en uno de los dogmas de la historiografía universal. Lo señala Gorman en su libro, diciendo: “Cuando se nos asegura que Colón descubrió a América no se trata de un hecho, sino meramente de la interpretación de un hecho. Pero, si esto es así, será necesario admitir que nada impide, salvo la pereza o la rutina, que se ponga en duda la validez de esa manera peculiar de entender lo que hizo Colón en aquella memorable fecha, puesto que, en definitiva, no es sino una manera, entre otras posibles, de entenderlo”. 

El historiador Federico Navarrete recientemente, apunta que, la llegada de América con sus habitantes a la historia Universal, se hizo con la tradicional imagen del desembarco de Cristóbal Colón, mediante la idea de que, en el descubrimiento, la dominación se impone, dado que descubrimiento entraña la subordinación de América ante Europa, convirtiendo a la primera en una extensión del segundo. Para los europeos las tierras que hallaran (…) con sus habitantes desconocidos, significaba que estaban disponibles para hacer con ellos su voluntad. 

Civilidad: Los aportes de Miguel León-Portilla, Edmundo O ‘Gorman y Federico Navarrete, vislumbran paradigmas historiográficos, admitiendo que, la historia debe ser sujeta a reinterpretaciones y análisis para nuevas formas de entender nuestro devenir. 

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