A diario aprendemos de los errores |
Este escrito tiene doble propósito: informar y prevenir. Se volvió un tormento viajar a Cali. Es un martirio el trayecto Popayán- Santander de Quilichao y viceversa. Es un suplicio atravesar la cordillera con sus curvas y la seguidilla de tracto-camiones, que convierten el viaje en la más terrible condena. Sí, condena por soportar largas horas sentados en un automotor, hasta tanto no construyan la doble calzada Santander-Popayán, obligándonos a ser previsivos, saliendo por lo menos, con una hora de antelación a fin de llegar a tiempo a nuestro destino sin estas fatigas.
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