La ciudad Escribo para la ´patojada´ que aún queda en la ciudad, y desde luego,
para los que llegaron y, se arraigaron para nunca volver a sus lugares
de origen. Uno de ellos, Carlos Alberto, valluno por más señas; pero
amoroso con Popayán, quien me ha dicho que le agradan los temas de la
“Blanca Ciudad” que se nos fue. Razón tiene, pues el pasado de Popayán
perfuma los ensueños. Y ello me lleva a lugares halagüeños, en épocas
distantes y mejores. En verdad, Popayán fue “grande cuando era
chiquita”. Era, la ciudad de bajas temperaturas.
perdida en sus vejeces | El Nuevo Liberal
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