Esta mi opinión, sobre la medida de
peatonalización del centro histórico al que algún día, por conveniencia o necesidad,
deberá adoptarse como un nuevo modelo en Popayán. Desde luego, con métodos de
planificación urbana, planes de movilidad sostenible y muchas técnicas para
desviar el tráfico vehicular sin causar traumas a los usuarios del vehículo que
deben moverse obligatoriamente dentro del corazón de la ciudad. Como siempre,
estas medidas encontrarán la oposición de algunos ciudadanos.
Entre tanto, la Secretaría de
Tránsito, promueve cambios, ordena y aplica alternativas que conduzcan a una
movilidad sostenible. Así se entiende, la determinación de utilizar el “pico y
placa” entre las calles 1ª y 9ª, y entre las carreras 3ª y 10ª. Lo anterior, no
sólo incluye el control a vehículos a motor en el centro de la ciudad, sino
también, el fomento saludable del uso de la bicicleta y caminar, como el
compromiso de innovar, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos con aire menos
contaminante.
Pero,
el cambio hacia la ciudad más eficiente, más limpia y menos contaminada, está
en manos de todos. Usar el transporte público en lugar del vehículo particular,
es una forma de colaborar para solucionar el problema. Pues, Popayán tiene los
problemas de las grandes ciudades: congestión, contaminación, pérdida de
identidad de barrios históricos, ruido, problemas de seguridad vial y
crecimiento urbano desmesurado, entre otros.
Es normal la reticencia de los ciudadanos por las incomodidades y
molestias ocasionadas por las obras viales, de hecho, por los cambios de
movilidad en las vías. Pero, tal situación se invierte con el paso del tiempo. Ello
debido a la mejor disposición de más espacio: menos ruido, caos y emisiones, relacionados
entre la presencia de espacios peatonales y ciclistas con baja tasa de
obesidad.
Está demostrado que las ciudades con mayores tasas de peatones y
ciclistas, tienen niveles de actividad física más cercanos a los recomendados
por los médicos y una proporción más baja de diabéticos. Caminar es la forma de
transporte menos contaminante y más barata. Frente a la reticencia de algunos sectores comerciales, el efecto de la
peatonalización es favorable, porque sin duda las promociones comerciales en
las zonas peatonales compiten con los centros comerciales de la periferia.
Entonces, desplazar los automotores del centro de Popayán es cuestión de
tiempo. Cuanto antes se haga, mejor viviremos. Para frenar los accidentes,
respirar aire más puro y para recuperar el bonito estilo arquitectónico que ha
comenzado a perder Popayán.
En definitiva, la iniciativa temporal o permanente del secretario de
tránsito, es una plausible opción para los preocupados por el calentamiento
global y los gastos asociados al transporte, apostándole a nuevas medidas, más
respetuosas con el medio ambiente y para favorecer la movilidad sostenible.
Abril, mes suficiente para tantear un híbrido de medidas: pico y placa
en la zona indicada y habilitar el marco histórico para el paso de peatones.
Entendidas no solo como herramienta de planificación urbana para ordenar que
todos los peatones puedan hacer uso del espacio público, sino también para
intervenir el tráfico vehicular en la ciudad. En ambos casos:
pico y placa, más peatonalización no estarán libres de polémicas.
Civilidad: Intentarlo no cuesta nada.