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sábado, 30 de marzo de 2019

Pico y placa y peatonalización








Esta mi opinión, sobre la medida de peatonalización del centro histórico al que algún día, por conveniencia o necesidad, deberá adoptarse como un nuevo modelo en Popayán. Desde luego, con métodos de planificación urbana, planes de movilidad sostenible y muchas técnicas para desviar el tráfico vehicular sin causar traumas a los usuarios del vehículo que deben moverse obligatoriamente dentro del corazón de la ciudad. Como siempre, estas medidas encontrarán la oposición de algunos ciudadanos.
Entre tanto, la Secretaría de Tránsito, promueve cambios, ordena y aplica alternativas que conduzcan a una movilidad sostenible. Así se entiende, la determinación de utilizar el “pico y placa” entre las calles 1ª y 9ª, y entre las carreras 3ª y 10ª. Lo anterior, no sólo incluye el control a vehículos a motor en el centro de la ciudad, sino también, el fomento saludable del uso de la bicicleta y caminar, como el compromiso de innovar, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos con aire menos contaminante.
Pero, el cambio hacia la ciudad más eficiente, más limpia y menos contaminada, está en manos de todos. Usar el transporte público en lugar del vehículo particular, es una forma de colaborar para solucionar el problema. Pues, Popayán tiene los problemas de las grandes ciudades: congestión, contaminación, pérdida de identidad de barrios históricos, ruido, problemas de seguridad vial y crecimiento urbano desmesurado, entre otros.
Es normal la reticencia de los ciudadanos por las incomodidades y molestias ocasionadas por las obras viales, de hecho, por los cambios de movilidad en las vías. Pero, tal situación se invierte con el paso del tiempo. Ello debido a la mejor disposición de más espacio: menos ruido, caos y emisiones, relacionados entre la presencia de espacios peatonales y ciclistas con baja tasa de obesidad.
Está demostrado que las ciudades con mayores tasas de peatones y ciclistas, tienen niveles de actividad física más cercanos a los recomendados por los médicos y una proporción más baja de diabéticos. Caminar es la forma de transporte menos contaminante y más barata. Frente a la reticencia de algunos sectores comerciales, el efecto de la peatonalización es favorable, porque sin duda las promociones comerciales en las zonas peatonales compiten con los centros comerciales de la periferia.  

Entonces, desplazar los automotores del centro de Popayán es cuestión de tiempo. Cuanto antes se haga, mejor viviremos. Para frenar los accidentes, respirar aire más puro y para recuperar el bonito estilo arquitectónico que ha comenzado a perder Popayán.
En definitiva, la iniciativa temporal o permanente del secretario de tránsito, es una plausible opción para los preocupados por el calentamiento global y los gastos asociados al transporte, apostándole a nuevas medidas, más respetuosas con el medio ambiente y para favorecer la movilidad sostenible. 
Abril, mes suficiente para tantear un híbrido de medidas: pico y placa en la zona indicada y habilitar el marco histórico para el paso de peatones. Entendidas no solo como herramienta de planificación urbana para ordenar que todos los peatones puedan hacer uso del espacio público, sino también para intervenir el tráfico vehicular en la ciudad. En ambos casos: pico y placa, más peatonalización no estarán libres de polémicas.  

Civilidad: Intentarlo no cuesta nada.

domingo, 24 de marzo de 2019

Poderío indígena







Desde el arribo de los peninsulares, los indígenas opusieron resistencia a los recién llegados. Acordaban alianzas entre españoles e indios, o se aceptaba el modus vivendi, después de diversas acciones bélicas. Militares con valor y la fuerza del razonamiento abrían paso entre las tupidas selvas; pero, ante la intrepidez y resistencia de los indígenas al negarse a trabar amistad con los españoles, nunca pudieron ser aniquilados.    
El video de hoy, más o menos parecido en esta consideración, sin detenerme a narrar todas las dificultades: hechos violentos, escaseces de alimentos, de combustible, de medicamentos, detrimento económico que nos afligen y que nos diezman, cuando los indígenas de esta época, sitian a "Pop-Pioyá-n", (traducido, Pop "Gran Cacique" y, "Pioyá", cacique que gobernaba estas tierras.
Con la Constitución del 91, las comunidades indígenas ganaron; sin embargo, en cada toma a la ciudad, asoman su inconformismo porque saben y sienten que no es suficiente el reconocimiento político, y que no van a dejar de luchar, aunque tarden otros 20 añosCada vez ganan más espacio político: reconocimiento de derechos territoriales en los resguardos, transferencias económicas del Estado central, sin ningún control estatal, y sin resultados productivos.
Son pocos, pero adoctrinados. Así han logrado experiencias positivas, ocupando cargos públicos: primer indígena Gobernador del Cauca, Floro Tunubalá; personero de Bogotá, Francisco Rojas Birry; jueces, magistrado en la JEP, José Miller Hormiga, senador Feliciano Valencia y  representantes: Abel David Jaramillo Largo César Augusto Pachón Achury.
Han aumentado su poderío indígena, adquiriendo territorio, dignidad, propiedad colectiva, gratuidad de tierra, educación y salud. Lograron derechos y leyes propias, exentos de servicio militar, protección de áreas sagradas de importancia ritual y cultural, incluso estando ubicadas fuera de los 718 resguardos. 
El pilar de la protesta, no es solo por la “pacha mama” sino por cambios que alteran la sociedad social y la espiritual. Proceso que no favorece la creciente tendencia a que cientos de familias, abandonen sus posesiones y emprendan un largo camino hacia un destino aún más incierto: la ciudad.
¡Todos somos mestizos!, haciendo referencia más que todo a la mezcla entre blancos e indígenas. El espíritu español, aristocracia de rancios abolengos que predominaba en apellidos imponiendo la imagen de una nación blanca y civilizada con moldes de la “raza ibérica”, se extinguió. Lo mestizo, en detrimento del negro y del indio para redefinir su identidad en el contexto del antiguo Estado Soberano del Cauca, se engrandeció. Así, los apellidos indígenas trastocaron los apellidos tradicionales, demostrando que, la Popayán de principios del siglo XX no intentó orientarse por el camino de la modernidad, sino por la identidad, saliendo a flote lo indio. Paradojalmente, las mayorías de este país, apoyaron el cambio de la visión negativa de los indios catalogados como atrasados, faltos de civilización, con reformas sociales para favorecer a las empobrecidas comunidades indígenas. ¡He allí los resultados!

Hoy, el Cauca embotellado vive una agria disputa política por la protesta del movimiento indigenista cada vez más agresiva, motivada por 226 acumulados e incumplibles acuerdos de carretera de gobiernos anteriores. Los pueblos indígenas son minoría (20%), pero con fuerza y poder de bloquear ciudades, para someter al gobierno en aras de exigir más y más. La re-friega en la Panamericana es una muestra de su poderío.

Conclusión, diálogo social para dar paso a que a esta tierra buena le pongan fin a nuestra pena, reafirmando que Colombia es un estado de derecho, con un solo gobierno que no se  somete bajo presión ante quienes creen que entre los derechos ancestrales cabe la posibilidad de partir el Cauca en dos.
   

domingo, 17 de marzo de 2019

El octogenario periódico






Cantando en tono alto, alborozados, el gerente, la pequeña plantilla de empleados y los colaboradores, celebramos ochenta y un años de vida jurídica en la historia periodística. El periódico más antiguo del Cauca, patrimonio de la ciudad, desde su fundación, se ha constituido en la mano derecha de Popayán, propugnando por los principios morales de la administración pública, con un periodismo analítico y crítico.
Según el pensamiento de sus fundadores, su misión y su visión, ha sido y será hasta el último día de su existencia, un diario de ideas liberales. Es la voz de los payaneses, porque la opinión pública es superior al alcance y magnitud de su circulación. Como otros diarios de igual pensamiento, han sido objeto de censura o persecuciones de sus contradictores.  
Es grato recordar la vocación de los payaneses por cultivar las ideas y hacerlas públicas. Están escritas desde cuando apareció “El Liberal” en el año 1938, en el siglo de la tinta, época de oro, cuando tuvo grandes cronistas y, buenas plumas. Desde luego, evocar también, la tecnología de la época: la rotativa alemana del viejo periódico, las largas horas de armada, la sala de redacción, las antiguas máquinas de escribir, que le dieron paso a la nueva tecnología. 
Con el paso de los años, el periódico ha entrado a la innovación. Hoy, ya no solo lo leemos como un medio impreso, sino también digital. Periódico en línea. La incursión de la palabra escrita a otros medios, no solo ha significado un paso del papel a la pantalla, sino que también ha modificado el tiempo y la actualidad en las noticias. Así, es como en los últimos años, ha vivido algunos cambios radicales, especialmente en lo que respecta a la aceptación de los soportes tecnológicos y novedosos como Internet. A través de él, ha podido llegar a más lectores y, mantener el ritmo de actualización de datos con más prontitud. De allí que hoy por hoy, sea imposible esperar al otro día para conocer las últimas noticias.
Y es que, “El renacer de la noticia”, no es un lema más, es el quehacer del periódico “El Nuevo Liberal”, al que un día un grupo de conciudadanos emprendedores, liderados por Santiago Zambrano Simmonds resolvieron sacarlo de “cuidados intensivos” para reanimarlo a vivir. Desde luego, reconociendo el valioso apoyo del Instituto de Pensamiento Liberal, que se propuso participar en dicha operación de salvamento para mantener la expresión de opinión en nuestra comarca.
El viejo “Liberal”, que por problemas financieros dejó de circular el 15 de diciembre de 2013, volvió totalmente remozado, estrenando nombre: “El Nuevo Liberal”. Por su aporte al progreso, por su desarrollo tecnológico, por su estilo y por su permanencia, el diario “El Nuevo Liberal” seguirá marcando la historia en Popayán.  
Gracias a quienes trabajan en la redacción, con novedades noticiosas, desarrolladas con premura. Gracias a quienes controlan y deciden qué es una noticia. Gracias Mg. Danilo Reynaldo Vivas Ramos por sostener al añoso periódico, orgullo patojo.



viernes, 8 de marzo de 2019

Mujeres, benditas mujeres







Escribo sobre “el más hermoso defecto de la naturaleza”, recordando el rompecabezas de la creación del hombre, cuando Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Después de crear a Adán, convencido de que no era bueno que el varón estuviese solo; hizo caer a Adán en un sueño profundo, para extraerle una costilla e hizo la mujer, y se la dio al hombre. Eva, la del fruto prohibido.
Podría escribir sobre el origen del 8 de marzo cuando se conmemora la lucha femenina por una sociedad justa, cuando en 1910, un centenar de mujeres representantes de 17 países se reunieron en Dinamarca para rendir homenaje a los diferentes movimientos que por entonces se levantaban en favor de los derechos de la mujer e impulsar la universalidad del voto femenino. Contar también las tragedias que se sucedieron para empezar a discutir cambios en las leyes laborales norteamericanas, como el principal reclamo de los sindicatos de mujeres. Pero, no alcanzaría el tiempo para narrar tantas historias de esa pieza única e irremplazable, que, sin la mujer, nuestro mundo sería incompleto.
En su Sabiduría y Omnipotencia, Dios se tomó el tiempo para crearla proveyéndole cualidades que nadie puede substituir porque solo le pertenecen a ella: bella, amorosa, tierna, humilde, dócil, paciente, fuerte, y comprensiva. Con una capacidad envidiable, que ni en la más prestigiosa universidad se podrá adquirir. La mujer es la mejor administradora. Hace rendir el dinero, ingeniándoselas para dar de comer a sus hijos y esposo. Las mujeres, son hiperactivas, mientras conducen el vehículo se maquillan, escuchan radio, dan consejos al que viaja con ellas; son capaces de recordar las vitaminas a los hijos y los medicamentos del marido, y hasta alcanzan a leer los anuncios de tiendas y supermercados con sus ofertas. Dentro del hogar, mientras ven la olla en la hornilla, atienden llamadas telefónicas, cambian pañales, secan lágrimas, reciben visitas, supervisan la lavadora y ayudan a los niños en sus tareas, siempre dispuestas a socorrerlos. Son el puente amigable entre hijos y esposo. Saben llegar al corazón de ambos para la oportuna reconciliación. No obstante, la agenda saturada de prisas y vaivenes, al final del día, escucha pacientemente las discrepancias que su esposo tuvo con su jefe.
Pero, además, posee espíritu de sacrificio y servicio, más aún cuando se trata de su familia. Se esmera en atenciones acertando al gusto que tienen los suyos y lo que desean saborear en las comidas. Lo más gratificante es que no esperan nada a cambio. Son innumerables las cualidades de la mujer, que mi mente estrecha no alcanza a meterlas en este pensamiento. Mi propósito es reconocer lo grande y valiosas que son las mujeres, tomándome el nombre de todos para pedirles perdón porque en muchas ocasiones no son valoradas ni respetadas en su dimensión de ser excepcional. Recordemos siempre, que la mujer es lo más importante y maravilloso de este mundo. La persona que más amor y respeto se merece.
¡Gracias mujeres! por hacer posible lo imposible. Gracias por tener el privilegio de ser madres; por ser abuelas, tías, hermanas e hijas. Gracias, porque con sus manos y ese corazón prodigioso hacen cosas maravillosas e increíbles. Para ellas, regalémosle una flor que nunca se marchite porque no solo se merecen un día sino la vida entera para amarlas.

domingo, 3 de marzo de 2019

Yo amo a Popayán, ¿y usted?





En nuestra ciudad existe la tendencia a reconocer todos los problemas, a denunciar culpables, pero a negar nuestra propia responsabilidad, diluyéndola o atribuyendo culpas sin conocimiento de causa. La conflictividad florece ante la ausencia de canales institucionales para procesarlos por vías pacíficas. La violencia como producto de una relación social conflictiva, surge de intereses y poderes que no encuentran soluciones distintas a la diatriba. Acostumbramos a erosionar rápidamente la legitimidad de nuestros gobernantes, vulnerando el derecho al buen nombre y a la honra. Las opiniones respetuosas frente a la responsabilidad personal, en contra de las presiones de la vida desorganizada, desaparecieron. De tal manera que nadie se siente obligado a respetar normas de convivencia social. Por eso, los componentes de justificación a conductas irrespetuosas frente a los “otros” se multiplican a diario sin contemplación, dejando sin valor las normas, actitudes y conductas responsables para obtener una mejor calidad de vida en Popayán.
La ciudad antes vista como una idea romántica ya no tiene esas bases reales. La violencia urbana creció a un ritmo mayor que las urbanizaciones. Lo más grave, es que lo anterior, no constituya una preocupación ciudadana, ni una expresión clara a nivel de crisis urbana que forme parte de una agenda prioritaria. La personalidad del individuo ¨moderno¨ no se identifica con Popayán. Se viene construyendo una sociedad paulatina y constantemente en el actuar con otros sin definición de lo correcto y lo incorrecto. Se identifican con tribus urbanas que hoy habitan la ciudad, con su propio lenguaje, el estigma del barrio o el sector, dado desde las redes por grupos, institucionalizados o no. Existen bandas, pandillas, también llamadas en la jerga local como "juntas"; cuyo origen, en muchos casos, es de grupos de niños que se conocían en edad escolar, quienes, por falta de un hogar bien constituido, buscan un territorio donde actuar.
Seamos conscientes, hay una ciudad que perdimos. Antes, podíamos salir a la calle sin miedo, sin preocupaciones, existía confianza, convivencia y esperanza, en donde jugábamos y caminábamos la ciudad y sus barrios con orgullo e identidad.  Esa ciudad se esfumó, se perdió. Pero, no por ello, perdemos el anhelo de rescatarla.  Todos queremos y merecemos una mejor ciudad, en donde podamos salir a la calle sin miedo, donde podamos desplazarnos a nuestro trabajo, a la escuela con seguridad; donde encontremos oportunidades para vivir mejor y, con dignidad, para ser felices al lado de los nuestros.    
Para reconstruir el modelo de ciudad que queremos, sin distingo alguno, necesitamos saber que terreno estamos pisando. Recapacitar para comprender que estamos fallando como ciudadanos. Entender, que con nuestro proceder causamos daño a la ciudad y destrozamos la reputación de las personas.
Civilidad: Amor a Popayán, es dar el primer paso de respetabilidad, dimensionando la crisis que afronta la ciudad. Conocer las raíces de los problemas que son variados y multicausales para comprender cuándo la ciudad desvió su camino y perdió el rumbo por nuestro propio error.
Pésame y solidaridad para Rodrigo Zambrano Vejarano, hijos: Álvaro, Pablo, Marcela, Rodrigo José, Santiago Zambrano Simmonds y demás familiares, ante la partida de este mundo de la señora Astrid Simmonds de Zambrano.