Me voy a patojear | El Nuevo Liberal
Esta es una frase que sale de mi cabeza cuando voy a la “Ciudad de
los Campanarios”, y que en este escrito, entro a explicar a mis queridos
lectores.
La amada Popayán, para bien de la ciudad, se encuentra por doquier en
obra negra. Por donde uno se meta, se topa con cemento, varillas, arena
y cuadrillas de trabajadores poniéndole la espalda al bochornoso sol.
La obra pública en las calles y andenes están quedando formidables.
Pero, desde luego, causan incomodidades, tanto para el tránsito
vehicular como para los de a pie. Eso es innegable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario